27 de marzo
SAN JUAN,
Ermitaño
SAN JUAN,
Ermitaño
Si alguien habla, que sea como si hablase Dios.
(1 Pedro, 4, 11).
(1 Pedro, 4, 11).
San Juan guardó silencio casi continuo durante los 50 años que pasó
sobre la roca que había elegido para su retiro. Sanaba a los enfermos
dándoles aceite bendito, a fin de que se atribuyese el milagro a Dios
por medio de este aceite más bien que a Dios por medio de sus oraciones.
Decía que cuanto más se alejaba de los hombres, más gustaba del placer
de estar con Dios. Predijo al emperador Teodosio las victorias que
habría de obtener. ¿Es para
asombrarse que conociese lo por venir? Dios manifiesta sus secretos a
aquellos que larga y familiarmente
conversan con Él.