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Nuestra Señora de Lourdes
11 de febrero
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La Historia -
Lourdes, Francia
El 11 de febrero de 1858, Bernadette, una niña de
catorce años, recogía leña en Massabielle, en las afueras de Lourdes, cuando
acercándose a una gruta, una ráfaga de viento la sorprendió y vio una nube
dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus
pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las
ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas
estaban en posición de oración y llevaba un rosario.
Bernadette al principio se asustó, pero luego comenzó
a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la
Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen
María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron
18 veces, hasta el día 16 de julio.
El 18 de febrero en la tercera aparición la Virgen le
dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña
le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy
feliz, no en este mundo, sino en el otro".
La noticia de las apariciones se corrió por toda la
comarca, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, otros se burlaban.
En la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora
mando a Santa Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente,
señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la
solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote
del milagroso manantial de Lourdes.