jueves, 4 de diciembre de 2025

SANTA BÁRBARA, Virgen y Mártir

4 de diciembre
SANTA BÁRBARA
Virgen y Mártir
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   Imperando en Oriente Maximino, hubo en la ciudad de Nicomedia un caballero noble y poderoso, llamado Pióscoro, hombre feroz y muy dado al culto de sus falsos dioses. Tenía una sola hija llamada Bárbara, doncella de extremada belleza y de costumbres muy contrarias a las de su padre; el cual para apartarla de los ojos de los hombres que la codiciaban, y porque sospechó que estaba en comunicación con los cristianos la encerró en la torre de una granja, donde había mucha comodidad. Holgóse la santa doncella con este encerramiento, porque era amiga de soledad y quietud; y fue tanto lo que Dios obró en su alma en aquel retiro, que dando de mano a todos los gustos de la carne, determinó Bárbara consagrarle su pureza. Andando el tiempo, quísola su padre casar; mas ella se resistió, diciendo que ya tenía esposo y Esposo inmortal. No se puede creer el furor que cobró Dióscoro entendiendo que su hija Bárbara era cristiana. Por no perder la gracia del emperador, hízola prender y conducir al tribunal de Marciano, que era allí presidente, el cual con blandas palabras quiso derribarla; y trocando la blandura y suavidad fingida en crueldad verdadera, mandóla desnudar y azotar con nervios de bueyes, y luego con un cilicio fregar las heridas; con lo cual quedó su cuerpo manando por todas partes arroyos de sangre. Echada: de nuevo en la cárcel, le apareció su esposo, Jesucristo y la sanó y le dio fuerzas para los restantes combates. Otro día, llevada a la segunda audiencia, viéndola el presidente del todo sana, quedó pasmado y de nuevo con halagos procuró inducirla a que adorase los ídolos; mas como respondiese ella con el valor que a esposa de Cristo convenía, mandó a los verdugos que descarnasen sus costados con peines de hierro, y luego la abrasasen con hachas encendidas, y con un martillo golpeasen su cabeza. Estaba en estos tormentos la valerosa virgen, puestos en el cielo sus ojos y el corazón, hablando, dulcemente con su divino Esposo, pidiéndole favor y prometiéndole fidelidad. Adelantando la crueldad del tirano, hízole cortar los pechos y mandó que la sacasen a la vergüenza por las calles públicas de la ciudad, y que la fuesen azotando para mayor vergüenza y escarnio; pero el Señor, la amparó y cubrió su cuerpo con una claridad maravillosa, con que no pudo ser vista de los ojos profanos. Volviéronla al tribunal, y el presidente la mandó al fin degollar. A todo este espectáculo había estado presente el bárbaro padre. ¡Quién lo creyera! y él fue quien con permiso del juez le dio muerte por su mano. Vengó Dios tanta crueldad, porque al poco tiempo, volviendo el padre del monte a su casa, un rayo del cielo súbitamente le mató, y le privó de la vida temporal y eterna, y lo mismo le aconteció al  presidente Marciano. El cuerpo de santa Bárbara lo recogió un varón religioso y pío, llamado Valenciano, y entre, cánticos y salmos lo colocó honoríficamente En un lugar llamado Gelasio, donde el Señor por su intercesión obró grandes milagros.   
 
REFLEXIÓN
   Es la gloriosa virgen santa Bárbara particular abogada contra los truenos y rayos, con los cuales parece que quiso nuestro Señor castigar a su padre y al inicuo juez que la condenaron y mataron: y así es muy piadosa costumbre cuando estalla una gran tormenta, el santiguarse y pedir la protección de Dios por la virtud de la santa Cruz y los méritos de santa Bárbara.  
 
ORACIÓN
   Oh Dios, que entre los otros prodigios de tu poder ornaste al sexo débil con la palma del martirio; concédenos benigno, que pues honramos el nacimiento de santa Bárbara, imitando sus ejemplos subamos a la gloria. Oh  Por J. C. N. S.  Amén. 

SAN JUAN DAMASCENO, Doctor de la Iglesia

4 de diciembre
SAN JUAN DAMASCENO,
Doctor de la Iglesia



   
   San Juan Damasceno, el último Padre de la Iglesia de Oriente, nació en Damasco (por eso se le llama "Damasceno"), hacia el 675, fue ordenado sacerdote antes del 726 en Jerusalén, predicador de la iglesia del Santo Sepulcro, murió en el 749. León XIII lo proclamó doctor de la Iglesia.
   Su fama se debe principalmente a que él fue el primero que escribió defendiendo la veneración de las imágenes.

   Era hijo de un alto empleado del Califa de Damasco, y ejerció también el importante cargo de ministro de Hacienda en esa capital. Pero de pronto dejó todos sus bienes, los repartió entre los pobres y se fue de monje al monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén, y allí se dedicó por completo a leer y escribir.

   Juan se dio cuenta de que Dios le había concedido una facilidad especial para escribir para el pueblo, y especialmente para resumir los escritos de otros autores y presentarlos de manera que la gente sencilla los pudiera entender.

PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO. JUEVES


PRIMERA LECTURA
Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad

Lectura del libro de Isaías 26, 1-6

Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá:
«Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes: Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti.
Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua: doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo, y la pisan los pies, los pies del humilde, las pisadas de los pobres.»
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27a (R/.: 26a)
R. Bendito el que viene en nombre del Señor.
O bien:
Aleluya.


Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. R/.


Abridme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. R.


Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina. R.



Aleluya Is 55, 6
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca.


EVANGELIO
El que cumple la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos

 +Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca.
Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Palabra del Señor.