lunes, 12 de agosto de 2024

SANTA JUANA FRANCISCA FRÉMYOT DE CHANTAL, Viuda

12 de agosto
SANTA JUANA FRANCISCA
FRÉMYOT DE CHANTAL,
 Viuda
Bendito sea Dios, que nos consuela
en todas nuestras tribulaciones.
(2 Corintios, 1, 3-4).

  
Santa Juana, durante su matrimonio, se dedicó al ejercicio de todas las virtudes: enseñaba en persona la religión a sus hijos y servidores, los formaba en la piedad, y les daba ejemplo de una caridad sin límites. Jamás rehusaba una limosna pedida en nombre de Jesucristo. Después de la muerte de su marido, hizo voto de castidad, y, para permanecer fiel, inscribió en su pecho con un hierro candente el nombre de Jesús. Resuelta a romper todo lazo con el mundo, se sometió a la dirección espiritual de San Francisco de Sales, y estableció con él la Orden de la Visitación. Afligida, al final de su vida, por espantosas penas interiores, soportó esta prueba con tanta resignación, que Dios la recompensó con un aumento de consolaciones. Murió el 13 de diciembre de 1641, casi a los setenta años de edad.

LUNES DE LA DÉCIMONOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor
Lectura del Profeta Ezequiel 1, 2-5. 24─2, 1a
El año quinto de la deportación del rey Joaquín, el día cinco del mes cuarto, vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar.
Entonces se apoyó sobre mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos.
Nube nimbada de resplandor, y entre el relampagueo como el brillo del electro.
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían forma humana.
Y oí el rumor de sus alas, como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban; griterío de multitudes como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían las alas.
También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas.
Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre.
Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajo vi algo así como fuego.
Estaba nimbado de resplandor.
El resplandor que lo nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve.
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor.
Al contemplarla, caí rostro en tierra.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a. 14bcd
V/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

V/. Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto; alabadlo, todos sus ángeles, alabadlo, todos sus ejércitos. R/.

V/. Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R/.

V/. Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime.
Su Majestad sobre el cielo y la tierra. R/.

V/. El acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R/.


EVANGELIO
Lo matarán, pero resucitará.
Los hijos están exentos de impuestos.

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 21-26

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí.
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños.
Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos.
Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.

Palabra del Señor.