viernes, 4 de julio de 2025

SANTA BERTA, Viuda

4 de julio
SANTA BERTA,
 
Viuda
No andéis acongojados por el día de mañana;
el día de mañana harto cuidado traerá por sí:
a cada día le basta su malicia.
(Mateo, 6,34).

   Santa Berta se casó con Sigfredo, pariente cercano del rey Clodoveo. Tuvieron cinco hijas que se distinguieron, todas, por su piedad. Muerto Sigfredo, Berta pudo dedicarse de lleno a la vida piadosa y las buenas obras. Emitió sus votos monásticos al mismo tiempo que dos de sus hijas, Gertrudis y Deotila. Sintiendo que se acercaba su fin, quiso unirse más estrechamente con el Señor. Hizo practicar una abertura en el coro de la iglesia del monasterio, y se construyó en ella una celda en la que pasó el resto de sus días orando y meditando.

MEDITACIÓN - DE QUÉ MANERA TENEMOS
QUE PREOCUPARNOS DE LO PORVENIR
   I. Nos prohíbe el Señor acumular riquezas por temor de carecer de ellas en lo futuro. Prevés una larga serie de años; piensas en mil adversos accidentes que pueden reducirte a pobreza. Estas previsiones de lo porvenir injurian a la divina Providencia que vela sobre ti; son contrarias al consejo de Jesucristo. No te acongojes, pues, por el día de mañana, trata de servir bien a Dios hoy; mañana, Dios proveerá. El Señor me rige y de nada careceré. (El Salmista).
   II. Tal vez pronto mueras; ¿para qué esta aprensión de desgracias que no te alcanzarán? Abandónate generosamente al gobierno de la Providencia divina y no te apenes de antemano. Las desgracias llegarán bastante pronto para cansar tu paciencia. No pienses en el tiempo que durarán tus obras de penitencia: es una tentación del demonio que quiere espantarte. Tal vez la recompensa está más cerca de lo que crees.
   III. Piensa en lo porvenir para prever las ocasiones de practicar la virtud; prevé también los escollos contra los cuales tienes costumbre de naufragar y las tentaciones a que podrás estar expuesto, a fin de apercibirte contra ellas. Piensa a menudo en tus postrimerías. ¿Lo haces? ¿Consideras las terribles consecuencias de una vida pasada lejos de Dios, y de una muerte que sorprende en pecado? Si no piensas en ello a menudo, no escaparás de las desgracias que te amenazan.

La confianza en Dios.
Orad por la buena
educación de los niños.

ORACIÓN
   Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Berta, regocijando nuestra alma, la enriquezca con los sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.

SANTA ISABEL Reina de Portugal, Viuda

4 de julio
   SANTA ISABEL 
Reina de Portugal, Viuda



A los ricos de este mundo mándales que no sean 
altivos ni pongan su confianza en la riquezas caducas,
sino en Dios vivo.
 
(1 Tim., 6, 17).

   Ser pobre en medio de las riquezas, mortificado en medio de las delicias de la corte, humilde sobre un trono, es una virtud que no pertenece sino a las grandes almas, como Santa Isabel, reina de Portugal. Ayunaba a pan y agua tres cuaresmas durante el año, las vigilias de las fiestas de Nuestra Señora y de los Apóstoles, y todos los viernes. Por su intervención, logró detener la guerra entre Castilla y Portugal. A la muerte del rey, su marido, vistió el hábito de la Tercera Orden franciscana, con el cual murió en 1336.

VIERNES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Isaac amó tanto a Rebeca que se consoló de la muerte de su madre
Lectura del libro del Génesis 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67
Sara vivió ciento veintisiete años;
y murió en Quiriat Arba (hoy Hebrón) , en país cananeo.
Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer.
Después dejó a su difunta y habló a los hititas: 
—Yo soy un forastero, residente entre vosotros. Dadme un sepulcro en propiedad, entre vosotros, para enterrar a mi difunta.
Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón) , en país cananeo.
Abrahán era viejo, de edad avanzada, el Señor le había bendecido en todo.
Abrahán dijo al criado más viejo de su casa, que administraba todas las posesiones: 
—Pon tu mano bajo mi muslo, y júrame por el Señor Dios del cielo y de la tierra, que cuando le busques mujer a mi hijo, no la escogerás entre los cananeos, en cuya tierra habito, sino que irás a mi tierra nativa, y allí buscarás mujer a mi hijo Isaac.
El criado contestó: 
—Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
Abrahán le replicó: 
—De ninguna manera lleves a mi hijo allá.
El Señor Dios del cielo, que me sacó de la casa paterna y del país nativo, que me juró: «A tu descendencia daré esta tierra» , enviará su ángel delante de ti, y traerás de allí mujer para mi hijo. Pero si la mujer no quiere venir contigo, quedas libre del juramento. Sólo que a mi hijo no lo lleves allá.
Entretanto, Isaac había venido al desierto del pozo de Lajay Roí, pues habitaba en el país del Negueb.
Después de mucho tiempo una tarde había salido Isaac de paseo por el campo; al alzar la vista vio que venían unos camellos.
Rebeca, a su vez, alzó los ojos, y viendo a Isaac, se apeó del camello y dijo al criado: 
— ¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?
El criado respondió: 
—Es mi señor.
Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
El criado contó a Isaac todo lo que había hecho.
Isaac introdujo a Rebeca en la tienda de su madre Sara, la tomó por mujer y la amó tanto que se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 105, 1-2. 3-4a. 4b-5
V/. Dad gracias al Señor, porque es bueno
R/. Dad gracias al Señor, porque es bueno.

V/. Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
¿Quién podrá contar las hazañas de Dios, pregonar toda su alabanza ? R/.

V/. Dichosos los que respetan el derecho y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo. R/.

V/. Visítame con tu salvación, para que vea la dicha de tus escogidos, y me alegre con la alegría de tu pueblo, y me gloríe con tu heredad. R/.


EVANGELIO
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme.
El se levantó y lo siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: ¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores ? Jesús lo oyó y dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios» : que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

Palabra del Señor.