lunes, 29 de julio de 2024

SANTA MARTA, Virgen

29 de julio
 SANTA MARTA,
Virgen
Marta, Marta, te afanas y turbas por muchas cosas;
sin embargo una sola es necesaria.
(Lucas, 10, 4-42).

   Santa Marta, hermana de María Magdalena, tuvo la dicha de recibir a menudo en su casa a Jesucristo. Después de la Ascensión, los judíos la dejaron, con su hermano Lázaro y Santa Magdalena, en una barca sin remos ni timón en el mar; pero Dios les hizo de piloto y los hizo arribar a Provenza. Santa Marta construyó un convento en el que varias jóvenes, movidas por su ejemplo, consagraron a Dios su virginidad.

29 julio. LUNES. SANTOS MARTA, MARÍA Y LÁZARO, m. obligatoria

 PRIMERA LECTURA

El pueblo será como ese cinturón que ya no sirve para nada
Lectura del Profeta Jeremías 13, 1-11
Así me dijo el Señor: Vete y cómprate un cinturón de lino, y rodéate con él la cintura; pero que no toque el agua.
Me compré el cinturón, según me lo mandó el Señor, y me lo ceñí.
Me volvió a hablar el Señor: Toma el cinturón que has comprado y llevas ceñido; levántate y ve al río Eufrates, y escóndelo allí, entre las hendiduras de las piedras.
Fui y lo escondí en el Eufrates, según me había mandado el Señor.
Pasados muchos días me dijo el Señor: Levántate, vete al río Eufrates y recoge el cinturón que te mandé esconder allí.
Fui al Eufrates, cavé, y recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido: estaba estropeado, no servía para nada.
Entonces me vino la siguiente palabra del Señor: Así dice el Señor: De este modo consumiré la soberbia de Judá, la gran soberbia de Jerusalén.
Este pueblo malvado que se niega a escuchar mis palabras, que se comporta con corazón obstinado y sigue a dioses extranjeros, para rendirles culto y adoración, será como ese cinturón que ya no sirve para nada.
Como se adhiere el cinturón a la cintura del hombre, así me adherí la casa de Judá y la casa de Israel oráculo del Señor, para que ellas fueran mi pueblo, mi fama, mi alabanza, mi ornamento; pero no me escucharon.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Dt 32, 18-19. 20. 21.
V/. Despreciaste a la Roca que te engendró.
R/. Despreciaste a la Roca que te engendró.

V/. ¡Despreciaste a la Roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz! Lo vio el Señor, e irritado rechazó a sus hijos e hijas. R/.

V/. Pensando: Les esconderé mi rostro y veré en qué acaban, porque son una generación depravada, unos hijos desleales. R/.

V/. Ellos me han dado celos con un dios ilusorio, me han irritado con ídolos vacíos: pues yo les daré celos con un pueblo ilusorio, los irritaré con una nación fatua. R/.

EVANGELIO
Creo que tu eres el Mesías, el Hijo de Dios
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
-«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo:
-«Tu hermano resucitará.»
Marta respondió:
-«Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice:
-«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó:
-«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Palabra del Señor.

O bien:
Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas
 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
-«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»
Pero el Señor le ¿contestó:
-«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»
Palabra del Señor.