viernes, 30 de agosto de 2013

SANTOS FÉLIX Y ADAUCTO, Mártires

30 de agosto
SANTOS FÉLIX

Y ADAUCTO,
Mártires
   La historia de los santos Félix y  Adaucto parece interesarse más en la arqueología que en la devoción. Después de su martirio, que probablemente tuvo lugar durante la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV, fueron sepultados en una cripta del cementerio de Comodilla, en la calle de las Siete Iglesias, no muy lejos de la basílica de San Pablo extra muros. La cripta fue transformada por el Papa Siricio en basílica, sucesivamente ampliada y decorada con frescos de los Papas Juan I y León III. También se convirtió en meta de peregrinos y devotos. Al final del medioevo, catacumbas y santuarios subterráneos cayeron in el olvido o fueron desbastados. El cementerio de Comodilla y la tumba de Félix y Adaucto se descubrieron en 1720, pero la satisfacción de este hallazgo duró poco, porque algunos días después la cúpula de la pequeña basílica subterránea se vino abajo. La tumba cayó nuevamente en el olvido, hasta que en 1903, la basílica fue definitivamente restaurada. Se recuperó uno de los más antiguos frescos paleocristianos, en el cual está representado San Pedro que recibe las llaves en presencia de los Santos Esteban, Pablo, Félix y Adaucto.

   Según el autor de una legendaria Pasión escrita en el siglo  VII, cuando el culto de estos santos aún estaba floreciente, Félix era un presbítero romano, condenado a muerte durante la persecución de Diocleciano. Mientras era conducido al lugar de la ejecución, en el camino que lleva a Ostia, de la multitud de curiosos y de compañeros de Fe, se destacó un desconocido, que salió al encuentro del condenado. Al lado de los soldados encargados de la ejecución, proclamó con voz firme su cristianismo y su voluntad de correr la misma suerte que el presbítero Félix. Se le escuchó sin ninguna indulgencia. Después de haber  cortado la cabeza a Félix, con la misma espada decapitaron al audaz, que había osado desafiar al emperador. Pero ¿quién era ese? Ninguno de los presentes conocía su identidad, y simplemente fue llamado "adauctus", (agregado), de ahí el nombre de Adaucto, "eo quod sancto Felici auctus sit ad coronam martyrii".

   El episodio permaneció vivo en la historia de la Iglesia, que asoció a los dos mártires en una única conmemoración, hasta el punto que algunas fuentes los señalan como hermanos. La noticia más antigua sobre los dos mártires se remonta a un escrito del Papa Dámaso, en el cual elogia al presbítero Vero por haber decorado el sepulcro. La difusión en la Europa septentrional del culto a estos dos santos, debe su origen a que el Papa León IV donó algunos fragmentos de sus reliquias a la mujer de Lotario, Ermengarda. 



VIERNES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8
Hermanos: Por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual procurarse mujer santa y respetuosamente, no por pura pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos.
Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada.
El que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Salmo responsorial Sal 96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12.
V/. Alegraos, justos, con el Señor.
R/. Alegraos, justos, con el Señor.
V/. El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R/.
V/. Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra.
Los cielos pregonan su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.
V/. El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. R/.
V/. Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre. R/.

EVANGELIO
Que llega el esposo, salid a recibirlo
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas.
Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz: «Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».
Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».
Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos».
Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco».
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.
Palabra del Señor