sábado, 16 de noviembre de 2024

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Por aquel tiempo se salvará tu pueblo
Lectura de la profecía de Daniel 12, 1-3
Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.
Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro.
Muchos de los que duermen en el polvo despertarán:
unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua.
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 15, 5 y 8. 9-10.11 (R/.:1)
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.


SEGUNDA LECTURA
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre
a los que van siendo consagrados
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 11-14.18
Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.
Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
Palabra de Dios.

Aleluya Lc 21, 36
Estad siempre despiertos,
pidiendo fuerza para manteneros en pie
ante el Hijo del hombre.

EVANGELIO
Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos
 +Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 24-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearan.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
Palabra del Señor.

SAN EDMUNDO, Obispo y Confesor



16 de noviembre 
SAN EDMUNDO,
Obispo y Confesor

El reino de Dios está en vuestro interior .
(Lucas, 17, 21) .

   San Edmundo tuvo una piadosa madre y amó a la Santísima Virgen desde muy tierna edad; diole él un anillo como prenda de su fidelidad. Sabiendo que San Juan Evangelista gozaba de predilección ante María y Jesús, lo invocaba todos los días. Brillante escolar, en Oxford primero y después en París, siempre llevaba un cilicio. Decía a menudo: "Amaría a mis enemigos aun cuando me arrancaran los brazos y los ojos", y, hablando del pecado: "Si viese el infierno de un lado y el pecado del otro, antes elegiría el infierno". Consagrado arzobispo de Cantorbery, en 1234, defendió con firmeza los derechos y los bienes de la Iglesia contra Enrique III. Murió en 1240

MEDITACIÓN
SOBRE CÓMO REGULAR LO INTERIOR

   I. Toda la perfección del cristiano consiste en regular bien el interior. La virtud está en el alma y no en el cuerpo; de tal modo nadie podría constreñirnos a cometer el mal, teniendo en cuenta que no podría forzar nuestra voluntad. ¿Cómo usamos de nuestra libertad? ¿Somos dueños de nosotros mismos? ¿No tomamos pretexto de nuestros empleos, de las ocasiones a que nos encontramos expuestos, para excusar nuestras faltas? Podemos ser santos aun en medio de los impíos.

   II. ¿Qué cuidado tienes de tu alma? ¿Cuánto tiempo consagras cada día a tu salvación? Interroga a tu conciencia. ¿No te responde que sacrificas tu alma a tu cuerpo, haciendo todo por él y nada o casi nada por ella? Piensa cada día, durante algunos momentos, en lo que debes y puedes hacer por la salvación de tu alma.

   III. De todas tus ocupaciones, no hay ninguna más útil que el cuidado de tu salvación, puesto que se trata de una eternidad bienaventurada; ninguna tampoco más fácil, puesto que todo depende de ti. No está en tu poder adquirir una gran fortuna, ser un sabio distinguido, tener ingenio, o salud, pero no depende sino de ti ser santo. Haz lo que puedas y Dios te dará todas las gracias necesarias. Rompe las ligaduras de las ocupaciones vanas, cuya ininterrumpida sucesión nos quita toda libertad. (San Euquerio).

La devoción a la Santísima Virgen
Orad por los servidores de María.

ORACIÓN
   Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Edmundo, nuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

SANTA GERTRUDIS LA MAGNA

                                                 16 de noviembre

SANTA GERTRUDIS LA MAGNA  * 
Virgen


   La ilustre maestra espiritual santa Gertrudis, hermana de santa Matilde, nació de nobles padres en Eisleben en la Alta Sajonia. A la temprana edad de cinco años fue ofrecida a Dios en el monasterio de Rodersdor, de las religiosas de san Benito. Dióse al estudio de la lengua latina, como era costumbre entre las monjas. Aprovechó tanto, que llegó a escribir en latín con elegancia muchos libros. Aprendió también las letras divinas y la doctrina de los ascetas. Aunque estaba adornada de talentos naturales no comunes, y de los más extraordinarios dones de la divina gracia, se tenía por la más vil y despreciable criatura. La sacratísima pasión del Redentor y la sagrada Eucaristía eran la materia más ordinaria de sus altísimas contemplaciones, en las cuales vertía copiosas y suaves lágrimas, y se arrobaba con éxtasis de amor divino. Fue elegida abadesa de su monasterio a los treinta años de edad. Un año después, pasó con sus monjas a otro monasterio llamado de Heldes, donde fue ejemplar perfectísimo de todas las virtudes, haciéndose por su humildad sierva de todas. Con las vigilias, ayunos, abstinencias y una constan te abnegación de su propia voluntad,  venció todas las desordenadas aficiones que podían estorbarla en el perfecto cumplimiento de la voluntad divina. Tenemos un vivo retrato de su alma cándida y santísima, en el compendioso libro que escribió de las Divinas insinuaciones, o comunicaciones y sentimientos de amor de Dios, que es tal vez la obra más provechosa escrita por mujer, comparable con las que escribió santa Teresa de Jesús. En ella propone la santa piadosísimos ejercicios para renovar los votos bautismales, para convertirse el alma a Dios, para renovar sus espirituales desposorios, y para consagrarse a su Redentor divino por vínculo de amor indisoluble, pidiendo la gracia de morir para sí misma, y ser sepultada en el Señor, de manera  de que no haga otro empleo de su vida, que el amar a su divino Esposo, que tanto la ama. Tenía esta santa virgen altísima contemplación, durante la cual con frecuencia se arrobaba en éxtasis seráficos; y hablaba de Cristo y de los misterios de su vida adorable con tanta fuerza de espíritu, y afectuosa devoción, que encendía en amor del Redentor divino a los que la oían. Como el amor divino había sido durante toda su vida el único principio de todas sus obras y afectos, así también fue como el término de ella, pues la enfermedad de que murió no tanto fue dolencia corporal, como enfermedad de amor divino, que desatándola del cuerpo a la edad de setenta años, hizo que volase a su celestial Esposo.  


REFLEXIÓN
   Por lo dicho puedes ver en dónde aprendió esta esclarecida maestra de espíritu los sublimes documentos de perfección, que nos dejó, y ella misma practicó. El libro más familiar de esta gloriosa santa, no era otro que Cristo crucificado. Entiende, pues, la frecuencia con que debes leer y contemplar la pasión del Salvador, si deseas aprovechar en la ciencia de los santos. ¡Oh! ¡Qué lecciones tan sabias de humildad, de mortificación, de paciencia y de todas las de más virtudes nos enseña Jesús en el curso de su pasión sacrosanta! Apréndelas tú con toda diligencia, pues así, y sólo así comprenderás el secreto de la verdadera santidad. 
  
ORACIÓN
   Oh Dios, que en el corazón de tu bienaventurada virgen santa Gertrudis, te preparaste una agradable morada; por sus méritos e intercesión, limpia las manchas del nuestro, para que merezca ser digna habitación de tu divina Majestad. Por J. C. N. S. Amén.

* Tomado de "FLOS SANTORUM de la Familia Cristiana, del P. Francisco De Paula Morell, S. J., Editorial Difusión, S. A., 1943 

SANTA MARGARITA, Reina de Escocia



16 de Noviembre
SANTA MARGARITA,
Reina de Escocia

  Salvaréis vuestras almas por la paciencia.
 
(Lucas, 21, 19).

   Tan santamente educó esta reina a sus hijos, que varios abrazaron el estado religioso. No se sentaba a la mesa sin antes haber dado de comer a nueve huérfanos y a veinticuatro pobres; durante el Adviento y la Cuaresma, alimentaba hasta a trescientos necesitados. Después de haber pasado el día en la práctica de la caridad, pasaba la noche en oración. Estando moribunda, se le quiso ocultar la muerte del rey su esposo y de su hijo, acaecida en la guerra. Exclamó: "Sé lo ocurrido. Os agradezco, omnipotente Dios, que enviándome un dolor tan grande en la última hora de mi vida, me purifiquéis de mis pecados, como espero, por vuestra misericordia". Murió cuatro días después de su esposo, el 16 de noviembre de 1093.

MEDITACIÓN: CUAL DEBE SER NUESTRO
CONSUELO EN LAS AFLICCIONES
   

   I. No se podría vivir mucho tiempo en la tierra sin ser visitado por las aflicciones; nadie está exento de ellas. Es más feliz quien las sabe soportar con más paciencia. Mira, pues, todos los accidentes que te suceden como ocasiones que Dios te ofrece de practicar la paciencia. No consideres la malicia de las personas que te apenan, sino sólo la bondad de Dios que quiere o que permite que te persigan, a fin de tener ocasión de coronarte. Poco importa que se me traicione o maltrate, pues Dios permite que se traicione a los que Él se dispone a coronar.

   II. Consuélate de la pérdida de tus bienes, de tus padres y de tus amigos; las lágrimas y la tristeza no reparan las pérdidas que has sufrido, al contrario, no hacen sino aumentarlas.  Porque, si el mal que te aflige no tiene remedio, ¿para qué sirven tus lágrimas? y si lo tiene, trabaja en ello y no consumas inútilmente el tiempo en vanos lamentos y en lágrimas estériles. Reserva tus lágrimas para llorar tus pecados y para apagar el fuego del infierno. No se debe llorar sino por las faltas que se han cometido o por el paraíso que se ha perdido.

   III. La gran razón que debe consolarte en todas tus aflicciones, es que Dios te las envía o permite para su mayor gloria y la salvación de tu alma. Alégrate, pues, de tener ocasión de contribuir a la gloria del Señor y de trabajar en la salvación de tu alma. Te suceda lo que te suceda, di siempre con el santo varón Job: "¡El Señor me dio todo, el Señor me ha quitado todo, bendito sea su santo Nombre!"

La paciencia
Orad
 por Inglaterra, Escocia e Irlanda.

ORACIÓN
   Oh Dios, que hicisteis admirable a la bienaventurada reina Margarita por su gran caridad para con los pobres, haced que su intercesión y su ejemplo acrecienten de día en día la caridad en nuestras almas. Por J. C. N. S. Amén.

SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA SEGUNDA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Debemos sostener a los hermanos, cooperando así en la propagación de la verdad

Lectura de la tercera carta del Apóstol San Juan 5-8

Querido hermano: Te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son extraños.
Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí.
Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece; ellos se pusieron en camino para trabajar por Cristo, sin aceptar nada de los paganos.
Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 111, 1-2. 3-4. 5-6
V/. Dichoso quien teme al Señor.
R/. Dichoso quien teme al Señor.


V/. Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. R/.


V/. En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. R/.


V/. Dichoso el que se apiada y presta.
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R/.



EVANGELIO
Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 18

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario» ; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara».
Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche ? ¿o les dará largas ? Os digo que les hará justicia sin tardar.
Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

Palabra del Señor.