lunes, 8 de agosto de 2016

8 de agosto. Santo DOMNGO DE GUZMÁN, presbítero. Memoria obligatoria

PRIMERA LECTURA
Enseñamos una sabiduría divina, misteriosa
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-10a
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.»
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10 (R.: 3)
R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.» R.

EVANGELIO
Te seguiré a donde vayas
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 57-62
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: Te seguiré a donde vayas. Jesús le respondió: Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo: Sígueme.
El respondió: Déjame primero ir a enterrar a mi padre.
Le contestó: Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Otro le dijo: Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.
Jesús le contestó: El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.
Palabra del Señor.

LUNES DE LA DÉCIMONOVENA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor
Lectura del Profeta Ezequiel 1, 2-5. 24─2, 1a
El año quinto de la deportación del rey Joaquín, el día cinco del mes cuarto, vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar.
Entonces se apoyó sobre mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos.
Nube nimbada de resplandor, y entre el relampagueo como el brillo del electro.
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían forma humana.
Y oí el rumor de sus alas, como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban; griterío de multitudes como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían las alas.
También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas.
Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre.
Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajo vi algo así como fuego.
Estaba nimbado de resplandor.
El resplandor que lo nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve.
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor.
Al contemplarla, caí rostro en tierra.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a. 14bcd
V/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
V/. Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto; alabadlo, todos sus ángeles, alabadlo, todos sus ejércitos. R/.
V/. Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R/.
V/. Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime.
Su Majestad sobre el cielo y la tierra. R/.
V/. El acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R/.

EVANGELIO
Lo matarán, pero resucitará.
Los hijos están exentos de impuestos.
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 21-26
En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí.
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños.
Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos.
Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.
Palabra del Señor.