sábado, 25 de febrero de 2017

OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Yo no te olvidaré
Lectura del Profeta Isaías 49, 14-15
Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.»
—¿Es qué puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 61, 2-3. 6-7. 8-9ab
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; solo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.

SEGUNDA LECTURA
El Señor manifestará los designios del corazón
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 4, 1-5
Hermanos :
Que la gente sólo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.
Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. El iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.
Palabra de Dios

EVANGELIO
No os angustiéis por el mañana
+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 24-34
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.
Palabra del Señor

SÁBADO DE LA SÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Dios hizo el hombre a su imagen
Lectura del libro del Eclesiástico 17, 1-13
El Señor formó al hombre de tierra
y le hizo volver de nuevo a ella;
le concedió un plazo de días contados
y le dio dominio sobre la tierra;
lo revistió de un poder como el suyo
y lo hizo a su propia imagen;
impuso su temor a todo viviente,
para que dominara a bestias y aves.
Les formó boca y lengua y ojos
y oídos y mente para entender;
los colmó de inteligencia y sabiduría
y les enseñó el bien y el mal;
les mostró sus maravillas,
para que se fijaran en ellas,
para que alaben el santo nombre
y cuenten sus grandes hazañas.
Les concedió inteligencia
y en herencia una ley que da vida;
hizo con ellos alianza eterna
enseñándoles sus mandamientos.
Sus ojos vieron la grandeza de su gloria
y sus oídos oyeron la majestad de su voz.
Les ordenó abstenerse de toda idolatría
y les dio preceptos acerca del prójimo.
Sus caminos están siempre en su presencia
no se ocultan a sus ojos.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 102, 13-14. 15-16. 17-18a
V/. La misericordia del Señor sobre sus fieles dura siempre.
R/. La misericordia del Señor sobre sus fieles dura siempre.
V/. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles; porque él conoce nuestra masa, se acuerda de que somos de barro. R/.
V/. Los días del hombre duran lo que la hierba, florecen como flor del campo, que el viento la roza, y ya no existe, su terreno no volverá a ver1a. R/.
V/. Pero la misericordia del Señor dura siempre, su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza. R/.

EVANGELIO
El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él
+Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10, 13-16
En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios.
Os aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.