lunes, 5 de agosto de 2024

NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES

5 de agosto
NUESTRA SEÑORA
DE LAS NIEVES
Manda a los ricos de este mundo que sean caritativos
y benéficos, que se hagan ricos en buenas obras
y que den limosna de corazón.
(1 Timoteo, 6, 17-19).
   
  
Juan, patricio romano, como careciese de hijos, decidió, con su mujer, consagrar sus bienes a la Santísima Virgen. Durante un buen tiempo le rogaron que les hiciese conocer qué empleo habrían de dar a sus riquezas. La Santísima Virgen se les apareció y les ordenó construir una iglesia en el lugar que, al día siguiente, encontrasen cubierto de nieve. El Papa Liberio tuvo la misma revelación, y, en pleno verano, se encontró una parte del monte Esquilino cubierto de nieve. Se edificó allí una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves o basílica Liberiana, hoy Santa María la Mayor. En el siglo VII fue en ella depositado el Pesebre de Belén.

MEDITACIÓN
SOBRE EL BUEN USO
DE LAS RIQUEZAS

   I. Si Dios te ha dado riquezas, debes hacer buen uso de ellas. Él te permite que emplees una parte para tu sostén, según tu condición, y conforme con las reglas del Evangelio. No las malgastes, pues, en locuras; no las emplees en satisfacer tu vanidad, en alimentar tu lujo, en procurarte criminales placeres. Sería oponerse al fin que se propuso Dios al concedértelas.

   II. Dios quiere que emplees parte de tus riquezas en el decoro de sus templos y en el alivio de los pobres. ¿Qué mejor uso podrías hacer de ellas, sobre todo si no tienes hijos? Y si los tienes, ¿no es justo, acaso, que destines parte de tus bienes, adquiridos con tanto trabajo, en el alivio de tu propia alma, redimiendo tus pecados mediante tus limosnas? ¡Extraña ceguera! Fatigase la gente por dejar muchos bienes sobre la tierra, y no piensa en hacer que sus riquezas den frutos para la eternidad!

   III. El apego que se tiene a los bienes de la tierra es la causa del mal uso que de ellos se hace. Será preciso dejarlos el día menos pensado, ¿por qué, pues, te condenas y te haces desgraciado aun en este mundo, para que aprovechen herederos ingratos que impacientemente esperan tu muerte? Se alegrarán ellos, mientras ardas tú por haberlos enriquecido; y si estás en el purgatorio, preferirán dejarte allí antes de sacrificar, para alivio de tu alma, la más mínima parte de las riquezas que tan locamente les abandonaste.

La devoción a la Santísima Virgen María
Orad por las Congregaciones de María.

ORACIÓN
   Dignaos, Señor, concedemos la salud del alma y del cuerpo; y acordadnos, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, que seamos librados de los males de la vida presente y que gocemos en el cielo de la eterna felicidad. Por J. C. N. S. Amén.

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA SANTA MARÍA LA MAYOR

5 de agosto
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA
SANTA MARÍA LA MAYOR
Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia,
 de la envidia,
¡mira a la estrella, invoca a María!
(San Bernardo).
   
   Santa María la Mayor, es una de las cuatro basílicas mayores de Roma. Las otras tres son: San Pedro del Vaticano, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán. La basílica de Santa María la Mayor parece ser que fue la primera iglesia que se levantó en Roma en honor de María y podemos decir, lo mismo que se afirma de San Juan de Letrán en un sentido más general, que es la iglesia madre de todas cuantas en el mundo están dedicadas a la excelsa Madre de Dios. Por esto, y por ser una de las iglesias más suntuosas de Roma, mereció el título de la Mayor. Así se la distinguía de las otras sesenta iglesias que tenía la Ciudad Eterna dedicadas a Nuestra Señora.
   En la Edad Media se adornó el hecho de su fundación con una leyenda romana que las lecciones del Breviario de hoy nos recuerdan.

LUNES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Ananías, el Señor no te ha enviado, y tú has inducido al pueblo a una falsa confianza
Lectura del Profeta Jeremías 28, 1-17
El mismo año, el año cuarto de Sedecías, rey de Judá, el quinto mes, me dijo Ananías, hijo de Azur, profeta de Gabaón, en el templo, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:
Así dice el Señor de los Ejércitos, Dios de Israel: Rompo el yugo del rey de Babilonia.
Antes de dos años devolveré a este lugar el ajuar del templo, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar para llevárselo a Babilonia.
A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que marcharon a Babilonia, yo mismo los haré volver a este lugar —oráculo del Señor— cuando rompa el yugo del rey de Babilonia.
Respondió Jeremías profeta al profeta Ananías, delante de los sacerdotes y del pueblo que estaba en el templo.
Dijo Jeremías profeta: ¡Amén, así lo haga el Señor! Cumpla el Señor tu palabra, que tú has profetizado, devolviendo a este lugar el ajuar del templo y todos los desterrados de Babilonia.
Pero escucha esta palabra que yo pronuncio en presencia tuya y de todo el pueblo: Los profetas que vinieron antes de mí y antes de ti desde tiempos antiguos, profetizaron a países numerosos y a reyes poderosos guerras, calamidades y pestes.
El profeta que profetizaba prosperidad, sólo al cumplirse su palabra era reconocido como profeta auténtico enviado por el Señor.
Entonces Ananías agarró el yugo del cuello de Jeremías profeta y lo rompió.
Y dijo Ananías en presencia de todo el pueblo: Así dice el Señor: De este modo romperé del cuello de todas las naciones el yugo de Nabucodonosor, antes de dos años.
El profeta Jeremías se marchó por su camino.
Después que Ananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino la palabra del Señor a Jeremías: Ve y dile a Ananías: Así dice el Señor: Tú has roto un yugo de madera, yo haré un yugo de hierro. Porque así dice el Señor de los Ejércitos, Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y se le someterán, y hasta las bestias del campo le entregaré.
El profeta Jeremías dijo a Ananías profeta: Escúchame, Ananías; el Señor no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza.
Por eso, así dice el Señor: Mira: yo te echaré de la superficie de la tierra; este año morirás, porque has predicado rebelión contra el Señor.
Y el profeta Ananías murió aquel mismo año, el séptimo mes.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 118, 29. 43. 79. 80. 95. 102
V/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.

V/. Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu voluntad. R/.

V/. No quites de mi boca las palabras sinceras, porque yo espero en tus mandamientos. R/.

V/. Vuelvan a mí tus fieles que hacen caso de tus preceptos. R/.

V/. Sea mi corazón perfecto en tus leyes, así no quedaré avergonzado. R/.

V/. Los malvados me esperaban para perderme, pero yo meditaba tus preceptos. R/.

V/. No me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.

 
EVANGELIO
Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.
Al desembarcar vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos.
Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.
Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.
Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.
Les dijo: Traédmelos.
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente.
Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor.