jueves, 17 de octubre de 2024

SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Obispo y Mártir



17 de octubre

SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, 
 *
Obispo y Mártir


El que no ame a Nuestro Señor Jesucristo,
sea anatema
(1 Cor. 16, 22).

   
San Ignacio, obispo de Antioquía, tenía en los labios, sin cesar, el nombre de Jesús. Este amor por Jesús encendió su deseo de asemejársele. Fue condenado a ser comido por los leones. Soy, dice el santo, trigo de Dios que debe ser molido por los dientes de las fieras para ser pan de Cristo. Murió pronunciando el nombre de Jesús, el año 110.

  MEDITACIÓN SOBRE
EL AMOR A JESÚS
   I. Jesús nos dio todo para obtener nuestro amor. ¿Quieres ser amigo suyo? Es preciso que por entero te des a Él. ¡Cuán dulce es dar el corazón, el cuerpo, el alma, a Jesús! ¡Ah! ¡cuán generoso es este Señor, cuán fiel este Amigo, cuán magníficamente recompensa este Dios a todos aquellos que le sirven! Que las creaturas no me importunen más, yo quiero ser todo de Jesús. Sufriré, mas, qué me importa. En nada tengo los suplicios, no amo esta vida hasta el punto de preferirla al Señor (San Ignacio).

   II. Por nosotros ha trabajado Jesús durante toda su vida. Seamos agradecidos para con un amigo tan generoso; que nuestro amor no piense sino en Jesús, que nuestros actos sean todos para Él, que nuestra lengua en todo momento pronuncie su Nombre adorable. Amemos a nuestros parientes y a nuestros amigos porque Jesús lo quiere, hagamos bien a nuestros enemigos por amor a Él. Veamos a Jesucristo en la persona de nuestro prójimo, y el amor se nos hará fácil.

   III. Para coronar la ofrenda que de ti mismo y de tus acciones le has hecho a Jesús, es preciso que las realices como Jesús las hubiera hecho. Al comenzar el día llénate de este pensamiento: Quiero ser amigo de Jesús, quiero parecerme a Él. ¿Cómo oraba a su Padre celestial? ¿Cómo conversaba con los hombres? Con frecuencia pregúntate: ¿hubiera hecho esto Jesús como yo lo hago? No te separes de Jesús, que Él sea tu compañero, tu convidado, aun más, que Cristo sea tus delicias  (San Pedro Damián).

El amor a Jesús
Orad por China

ORACIÓN
      Omnipotente Dios, mirad nuestra debilidad, mirad como el peso de nuestras propias obras nos agobia, y fortificadnos por la gloriosa intercesión de San Ignacio, vuestro mártir y pontífice. Por J. C. N. S. Amén
  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo I, (Ed. ICTION, BuenosAires, 1982)

JUEVES DE LA VIGÉSIMA OCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Comienzo de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 1-10
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, al pueblo santo, a los fieles cristianos que residen en Éfeso.
Os deseo la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo antes de crear el mundo para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
El nos ha destinado en la persona de Cristo por pura iniciativa suya a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el Misterio de su Voluntad.
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6
V/. El Señor da a conocer su victoria.
R/. El Señor da a conocer su victoria.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su derecha le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
V/. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.
V/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera, gritad, vitoread, tocad. R/.
V/. Tocad la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de las trompetas aclamad al Rey y Señor. R/.

EVANGELIO
Se pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 47-54
En aquel tiempo, dijo el Señor: ¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis sepulcros.
Por algo dijo la sabiduría de Dios: «Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos los perseguirán y matarán» ; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario.
Sí, os lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, juristas, que os habéis quedado con la llave del saber: vosotros que no habéis entrado y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar! Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias palabras.
Palabra del Señor.