domingo, 28 de septiembre de 2025

SANTOS LORENZO RUIZ y COMPAÑEROS, Mártires



28 de septiembre
SANTOS LORENZO RUIZ y COMPAÑEROS,
 
Mártires
( 1637 d. C)









   En el siglo XVII en la ciudad de Nagasaki, Japón, dieciséis mártires derramaron su sangre por Cristo. Era un grupo formado por misioneros provenientes de Europa y de Asia, que en diferentes años y circunstancias, predicaron la fe cristiana en las Islas Filipinas, Formosa y en el Japón. En una forma maravillosa manifestaron la universalidad de la fe cristiana y con el ejemplo de su vida y de su muerte esparcieron la semilla para los futuros trabajos misionales de la Iglesia. Entre ellos estaba Lorenzo Ruiz.


   San Lorenzo Ruiz, es el primer mártir filipino. Lorenzo tiene mucho que enseñarnos en estos tiempos de prueba. Nació en Manila, alrededor de 1600 su padre era chino y su madre tagala. Trabajó como escriba en la parroquia dominica de Bindono. Se casó con una tagala y tuvieron tres hijos. Fue acusado injustamente de un crimen y el 10 de junio de 1636 huyó de las Islas Filipinas con la ayuda de los padres dominicos, que creyeron en su inocencia.


   El barco fue al Japón donde Lorenzo y sus compañeros predicaron la fe en Nagasaki. Hacía 40 años, el 5 de febrero de 1597, veintiséis cristianos, incluyendo a San Felipe de Jesús, fueron colgados en cruces sobre una colina en las afueras de Nagasaki. Otra vez en 1637 hubo una persecución contra los cristianos y ellos fueron arrestados.


   Lorenzo y sus compañeros sufrieron torturas increíbles, por ejemplo metieron agujas bajo las uñas. Colgado de los pies en una fosa, el gobernador le ofreció la libertad si él renunciara su fe. Le respondió: “Soy cristiano y me quedo cristiano aun hasta el punto de morir. Ofrezco mi vida solamente a Dios. Aun si tuviera mil vidas, las ofrecería a Él. Por eso vine  al Japón, para dejar mi tierra nativa como cristiano y morir aquí como cristiano, ofreciendo mi vida únicamente a Dios.”


   Después de varios días de tortura, Lorenzo falleció el 29 de septiembre de 1637.

SAN WENCESLAO Duque, Mártir


28 de septiembre

SAN WENCESLAO
Duque, Mártir

Porque son vírgenes,
siguen al Cordero doquiera que vaya.
(Apocalipsis, 14, 4).

   San Wenceslao, duque de Bohemia, tan grande respeto tenía por el Sacramento del Altar, que personalmente preparaba el pan y el vino destinados al santo Sacrificio, y por la noche se levantaba para ir descalzo, aun en pleno invierno, a visitar las iglesias de su capital. Nada le dolía tanto como ver que se derramase la sangre de sus súbditos. Atacado un día por Radislao, príncipe vecino, le propuso, para evitar efusión de sangre, dirimir sus diferendos mediante un combate singular. Al lanzarse sobre él su adversarío, vio a dos ángeles que lo defendían, y, cayendo a los pies del santo, le propuso la paz. Su hermano Boleslao atrajo al duque a su casa y lo mató alevosamente cuando iba a la iglesia a oír misa, el 28 de septiembre del año 938, a la edad de 31 años.

MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA
DE VIVIR SANTAMENTE EN EL MUNDO

   I. Para vivir santamente en el mundo, hay que observar los mandamientos y evitar todo lo que pueda ofender a Dios. ¿Te atreverías a decir que ello es imposible, cuando ves a San Wenceslao practicar en el trono las más eminentes virtudes, y conservar intacta su virginidad hasta la muerte? ¿Cómo te conduces con respecto a Dios? ¿No es verdad acaso que el menor de tus cuidados es el de agradarle? Piensas en hacer fortuna, en vivir cómodamente, y no piensas en servir a Dios y conquistar su amistad. Que en adelante tu única ocupación consista en hacer la voluntad del Señor.

   II. Obra en todo siguiendo a tu conciencia; es un secreto monitor que te recordará tus deberes. Si nadie te reprocha el infeliz estado en que vives, tu conciencia te lo advertirá. De tiempo en tiempo escucha lo que te dice. No busques en hacerte de gran reputación en el mundo, sino más bien trabaja por contentar a Dios y a tu conciencia. Nada haré según la opinión del mundo y sí todo según mi conciencia. (Séneca)

   III. Para vivir santamente en el mundo, también es preciso cumplir nuestros deberes para con el prójimo. Tienes parientes, amigos y servidores; debes ocuparte de ellos. Dios te lo manda. Si se condenan como consecuencia de tu debilidad en corregirlos, o de los escándalos que les das, responderás de ello ante Dios. Haz toda clase de esfuerzos para ganar la estimación de las personas virtuosas; en cuanto a los impíos, el aborrecimiento con que te persiguen constituye tu gloria: él es una prueba de tu virtud; porque no te pareces a ellos te aborrecen. Torturad, perseguid, condenad: vuestra injusticia es la prueba de nuestra inocencia. (Tertuliano) 

La preocupación por el personal de servicio.
Orad por las personas constituidas en dignidad

ORACIÓN
    Oh Dios, que, al conceder al bienaventurado Wenceslao la palma del martirio, lo habéis trasladado de un trono terrenal a la gloria del cielo, dignaos, por su intercesión, preservarnos de toda adversidad y hacernos participar de su gloria. Por J. C. N. S. Amén.