viernes, 27 de diciembre de 2024

SAN JUAN, Apóstol y Evangelista



27 de diciembre
SAN JUAN,(*) 
Apóstol
 y Evangelista


Pedro vio venir detrás
al discípulo amado de Jesús,
aquél que en la Cena se
 reclinara sobre su pecho.
(Juan, 21, 20).

   San Juan era todavía joven cuando siguió a Jesús. Fue su discípulo predilecto a causa de su inocencia, asistió a su transfiguración, se recostó en su pecho en la última Cena, subió con Él al Huerto de los Olivos, y recibió a María como Madre, ayudó a sepultar al Salvador y acudió el primero con Magdalena a su tumba el día de su resurrección. Después de la Ascensión, fue a predicar el Evangelio al Asia Menor y se estableció en Éfeso con la Santísima Virgen. Conducido a Roma en el año 95, bajo Domiciano, y arrojado a una caldera de aceite hirviendo, salió de ella sano y salvo y fue desterrado a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis. De vuelta a Éfeso, escribió contra los gnósticos su Evangelio que, con sus tres Epístolas, es el inflamado código de la caridad. Sobrevivió a todos los otros Apóstoles.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN JUAN

   I. He aquí al amigo íntimo de Jesús, aquél que descansó sobre su pecho en la última Cena, y a quien el divino Salvador hizo partícipe de sus más grandes secretos. La primera condición de una verdadera amistad es no tener secretos para el amigo. ¿Está abierto tu corazón para Jesús? ¿No tomas ninguna resolución sin haberlo consultado? En todo tiempo puedes penetrar en su corazón por la adorable llaga de su costado; ¡Y Él no puede hacerlo en el tuyo, lleno como está totalmente de las creaturas! Os amo, oh Dios mío, y deseo amaros siempre más. (San Agustín).

   II. La segunda cualidad de la amistad es compartir con el amigo lo que se posee. Ahora bien, Jesús durante su vida dióse todo entero a San Juan y, al morir, le dio a su madre. "Hijo mío, dijo, he aquí a tu Madre". San Juan se había dado por entero a Jesús, había abandonado todo para seguirlo. Date del mismo modo todo entero a Jesús, si quieres ser su amigo. ¿A quién destinas tu corazón? el mundo es indigno de poseerlo. ¿Qué has dado a Jesús en retribución de su ternura? ¿Le has consagrado tu cuerpo, tu voluntad, tu inteligencia, en una palabra todo lo que eres y todo lo que posees?

   III. En fin, la tercera cualidad de la amistad es la semejanza: el amor hace semejantes a los amigos, si ya no lo son. Fue también este amor el que hizo a San Juan semejante a Jesús, lo hizo también hijo espiritual de María. Jesús te amará, si te asemejas a Él. Para lograrlo, es menester, no que te recuestes visiblemente sobre el corazón de Jesús, sino que Jesús venga a tu corazón, y que no tengas tú otra voluntad que la suya. Tener los mismos gustos, y las mismas repugnancias, he ahí la verdadera amistad. (San Jerónimo).

El amor de Dios
 Orad por el aumento de la caridad.

ORACIÓN
   Dignaos, oh Dios de bondad, derramar sobre vuestra Iglesia los rayos de vuestra luz celestial, a fin de que iluminada con las enseñanzas de San Juan, vuestro Apóstol y Evangelista, alcance las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.
   


  • Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. 1

27 de diciembre. SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA. Fiesta


PRIMERA LECTURA
Os anunciamos lo que hemos visto y oído
Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan 1, 1-4
Queridos hermanos:
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó.
Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12 (R.: 12a)
R. Alegraos, justos, con el Señor.
El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. R.
Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre. R.

Aleluya
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles.

EVANGELIO
El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro
 +Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 2-8
El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
-«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Palabra del Señor.