jueves, 10 de julio de 2025

SAN CRISTÓBAL, Mártir

10 de julio 
  SAN CRISTÓBAL, 
  Mártir

   Aguerrido y asaz petulante es el mozo. Sueña con aventuras y se ha propuesto no cejar en el empeño. Sabe que tiene buen porte y anda muy pagado de su figura gentil. Tan airosa es su facha que, andando los siglos, se leerá en el himno antiguo del Breviario Toledano: "Elegans statura, mente elegantior, -Visu fulgens, corde vibrans-, Et capillis rutilans" (Lindo talle, de mejor entendimiento -ojos alegres, corazón ardiente-, y de cabellos rubios rutilantes). Pero el mozo no conoce aún la Luz verdadera y sólo para mientes en sus ansias de gloria.  

   Se le conoce por varios nombres. Offero, Réprobo, Relicto y Adócimo. Por todos ellos responde el joven, muy pagado de su alcurnia y su linaje. Porque es el unigénito, y primogénito de un rey cananeo, cuya esposa veía transcurrir su vida sin descendencia. Su nacimiento le ha costado muchas lágrimas y muchos rezos.

   Relicto -el nombre más usual en sus biografías- ha visto la luz primera en tierra cananea. Acaso en Tiro, acaso en Sidón. Ambas se disputan la supremacía de la Tierra de Promisión, dada por Dios hace muchos años a los hijos de Israel, en premio a los inmensos trabajos que padecieron por espacio de cuatro centurias uncidos a la tiranía de los faraones.

   Ambas ciudades envuelven su cuna en leyendas mitológicas, y de ellas habla la Biblia en sus primeros libros. El Génesis (10, 19) designa a Sidón ya con este nombre, y en el libro de Josué (11, 8) Tiro pasa por ser una plaza fuerte.

   Ambas asimismo rivalizaron en importancia y lucharon con denuedo para irrogarse la supremacía del mar, detentada a la postre por Tiro, madre de ciudades, como Hipona y Cartago, en África del Norte.

SANTA RUFINA y SANTA SEGUNDA, Mártires



10 de julio 

LOS SANTOS SIETE HERMANOS*



Los siete hermanos, cuya fiesta celebramos, son los hijos de Santa Felicitas, ilustre romana del siglo II. Confesaron la fe valientemente ante la mirada de esta madre admirable que temía más, dice San Gregorio Magno, dejar a sus hijos vivos después de ella, que, como suelen temer los padres carnales, verlos morir antes.


SANTA RUFINA y SANTA SEGUNDA, 
Mártires





Jesucristo se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente  
hasta la muerte, y muerte de cruz.
(Filipenses, 2,8).

   Rufina y Segunda eran hermanas; sus padres las habían prometido a dos señores romanos, pero rehusaron casarse, porque ya habían elegido como esposo a Jesucristo. Se las encarceló y se las azotó para que consintiesen en la pérdida de la virginidad y de la fe. Se las arrojó al Tíber, pero un ángel acudió a sacarlas. Finalmente, fueron decapitadas por orden de los emperadores Valeriano y Galo, en el año 257. 

MEDITACIÓN SOBRE LA NECESIDAD 
DE LLEVAR BIEN LA PROPIA CRUZ  

   I. Jesucristo amaba tiernamente a esta madre admirable y a los siete hijos que ella había educado para Él; amaba igualmente a estas dos hermanas que lo habían elegido por esposo. Por eso los admitió, a todos, a compartir con El sus sufrimientos. No te asombres: Dios ha resuelto salvar a los hombres solamente por la cruz. Jesucristo, para redimirnos, llevó la suya; tú, para salvarte, debes también llevar la tuya. Es el camino grande del cielo, aquél por el cual han pasado todos los santos; te extraviarás si buscas otro. No nos contentemos con adorar la cruz sobre los altares; no basta ello para salvarse. No hemos de adorar la cruz solamente, hemos de llevarla.

   II. Los malvados llevan su cruz, pero para su condenación. Mira a los esclavos de la vanidad, de las riquezas, de los placeres; viven en continua inquietud de espíritu y en continuo trabajo. ¿Para qué? Para adquirir bienes que habrá que abandonar el día menos pensado, y que los arrastrarán al infierno. Si se imponen tanta fatiga por una recompensa fugitiva, ¿no es, acaso, cobardía de nuestra parte rehuir el sufrimiento de un instante a cambio de una gloria inmortal?

   III. Haz lo que te plazca: quieras o no, llevarás tu cruz. La llevarás como Jesucristo, que la pidió sin haberla merecido; o bien como el mal ladrón, que la llevó de mala gana y sin mérito. Es preciso pasar por los sufrimientos para llegar a la gloria. Dos caminos nos muestra Cristo: uno penoso que debemos soportar, otro feliz que debemos esperar.(San Agustín).
   La mortificación
Orad por los afligidos. 

ORACIÓN
   Haced, os suplicamos, Dios omnipotente, que los gloriosos mártires que tan valientemente confesaron vuestro Santo Nombre, nos hagan experimentar los efectos de su piadosa protección. Por J. C. N. S.  Amén.
   


  • * Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo III, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

JUEVES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Para salvación me envió Dios a Egipto

Lectura del libro del Génesis 44, 18-21. 23b-29; 45, 1-5

En aquellos días, Judá se acercó a José y le dijo: —Permite a tu siervo hablar en presencia de su señor; no se enfade mi señor conmigo, pues eres como el Faraón.
Mi señor interrogó a sus siervos: ¿Tenéis padre o algún hermano? » , y respondimos a mi señor: «Tenemos un padre anciano y un hijo pequeño que le ha nacido en la vejez; un hermano suyo murió, y sólo le queda éste de aquella mujer; su padre lo adora» Tú dijiste: «Traédmelo para que lo conozca.
Si no baja vuestro hermano menor con vosotros, no volveréis a verme» Cuando subimos a casa de tu siervo, nuestro padre, le contamos todas las palabras de mi señor; y nuestro padre nos dijo: «Volved a comprar unos pocos víveres» Le dijimos: «No podemos bajar si no viene nuestro hermano menor con nosotros» ; él replicó: «Sabéis que mi mujer me dio dos hijos: uno se apartó de mí y pienso que lo ha despedazado una fiera, pues no he vuelto a verlo; si arrancáis también a éste de mi presencia y le sucede una desgracia, daréis con mis canas, de pena, en el sepulcro»
José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó: —Salid todos de mi presencia.
Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos.
Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón.
José dijo a sus Hermanos: —Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?
Sus hermanos, perplejos, se quedaron sin respuesta.
José dijo a sus Hermanos: —Acercaos a mí.
Se acercaron, y les repitió: —Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios.
Pero ahora no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido
aquí; para salvación me envió Dios delante de vosotros.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 104, 16-17. 18-19. 20-21
V/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.


V/. Llamó al hambre sobre aquella tierra: 

cortando el sustento del pan;
por delante había enviado a un hombre,
a José, vendido como esclavo. R/.


V/. Le trabaron los pies con grillos, 

le metieron el cuello en la argolla, 
hasta que se cumplió su predicción, 
y la palabra del Señor lo acreditó. R/.

V/. El rey lo mandó desatar, 

el Señor de pueblos le abrió la prisión, 
lo nombró administrador de su casa, 
señor de todas sus posesiones. R/.


EVANGELIO
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.
No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento.
Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis.
Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella.
Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies.
Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo.

Palabra del Señor.