sábado, 1 de marzo de 2014

OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Yo no te olvidaré

Lectura del Profeta Isaías 49, 14-15

Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.»
—¿Es qué puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 61, 2-3. 6-7. 8-9ab
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.


SEGUNDA LECTURA
El Señor manifestará los designios del corazón

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 4, 1-5

Hermanos :
Que la gente sólo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.
Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. El iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.
Palabra de Dios


EVANGELIO
No os angustiéis por el mañana

 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 24-34

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan
ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.
Palabra del Señor

SÁBADO DE LA SÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Mucho puede hacer la oración del justo

Lectura de la carta del Apóstol Santiago 5, 13-20

Queridos hermanos: ¿Sufre alguno de vosotros? Rece.
¿Está alegre alguno? Cante cánticos.
Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará.
Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis.
Mucho puede hacer la oración del justo.
Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses.
Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte al pecador de su extravío, se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 140, 1-2. 3 y 8.

V/. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.
R/. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.
V/. Señor, te estoy llamando, ven deprisa, escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. R/.
V/. Coloca, Señor, una guardia en mi boca, un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti, en ti me refugio, no me dejes indefenso. R/.
 


EVANGELIO
El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10, 13-16

En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios.
Os aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor.