viernes, 10 de octubre de 2025

SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, Obispo y Confesor


10 de octubre

SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA,
Obispo
 y Confesor
Sed misericordiosos, como vuestro Padre
es misericordioso.
(Lucas, 6, 36).

   Santo Tomás de Villanueva fue obligado a dejar la Orden de San Agustín para ocupar la sede arzobispal de Valencia, en España. Mostró en este cargo un celo infatigable por la conversión de los pecadores y una tierna caridad por los desvalidos. Instruido por Dios acerca de la hora de su muerte, en seguida hizo distribuir entre los pobres su dinero, sus muebles y hasta su lecho, rogando a quien se lo regaló se lo prestase hasta después de su muerte. Se durmió en el Señor en el año 1555.

MEDITACIÓN SOBRE
LA MISERICOR
DIA DE DIOS

   I. Dios es la bondad misma: hace sentir a todas las creaturas los efectos de su misericordia. Imita este atributo de Dios: haz bien a todos, pero hazlo por amor de Dios. Si en tus buenas obras tienes puesta la mira en la alabanza de los hombres, pierdes la recompensa que Dios te preparaba. Con el fin de imitar vuestra infinita misericordia quiero yo, oh Dios mío, en cuanto esté en mi poder, aliviar las miserias de mi prójimo.

   II. Dios ejerce su misericordia, en primer lugar, con sus amigos: Él los ha predestinado desde toda la eternidad; y todo lo que les sucede, Él lo vuelve para el bien de sus almas. Si caen en alguna falta leve, lejos de abandonarlos, espera su arrepentimiento, los urge a levantarse de sus caídas. ¿Eres tú del número de sus amigos? Interroga tu conciencia y trabaja por ganarte esta amistad. Nada más fácil. No hay dificultad allí donde basta querer. (San Crisólogo).

   III. No es menos admirable Dios en su conducta para con los pecadores. Él ama sus almas, que ha redimido con su sangre; no hay pecado que no esté dispuesto a perdonar, siempre que ellos hagan penitencia: los espera, los solicita, los previene con sus gracias. ¡Oh Dios, vuestra misericordia es infinita; desventurado quien la desprecia! No desprecies la misericordia de Dios, si no quieres experimentar los efectos de su justicia. (San Bernardo).

La huida de las ocasiones 
Orad por los defensores de la fe.

ORACIÓN
    Oh Dios, que habéis dotado al bienaventurado pontífice Tomás con una insigne misericordia para con los pobres, dignaos, por su intercesión, derramar las riquezas de vuestra misericordia sobre todos los que os invocan. Por J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA VIGÉSIMA SÉPTIMA SEMANA


PRIMERA LECTURA
El día del Señor, día de oscuridad y tinieblas
Lectura del Profeta Joel 1, 13-15; 2, 1-2
Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación.
Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor nuestro Dios, y clamad al Señor ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas.
Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país: que viene, ya está cerca el día del Señor.
Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón, como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella, no la hubo jamás; después de ella, no se repetirá por muchas generaciones.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 9, 2-3. 6 y 16. 8-9.
V/. El Señor juzgará el orbe con justicia.
R/. El Señor juzgará el orbe con justicia.
V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.
V/. Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido.
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie quedó prendido en la red que escondieron. R/.
V/. Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar.
El juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud. R/.


EVANGELIO
Si yo echo los demonios con el dedo de Dios entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 15-26

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:
Si echa los demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo.
El, leyendo sus pensamientos, les dijo:
Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa.
Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino ?
Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso ellos mismos serán vuestros jueces.
Pero si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros.
Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero como no lo encuentra, dice: Volveré a la casa de donde salí.
Al volver se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.

Palabra del Señor.