viernes, 3 de agosto de 2012

INVENCIÓN O HALLAZGO DEL CUERPO DE SAN ESTEBAN


3 de agosto 
INVENCIÓN O HALLAZGO
DEL CUERPO DE SAN ESTEBAN,
Protomártir


A quien me sirviere, mi Padre lo honrará.
(Juan, 12,26).

   Bajo el imperio de Honorio, se encontró cerca de Jerusalén el cuerpo de San Esteban, de Gamaliel y de Nicodemo. Un sacerdote llamado Luciano, había sido instruido por una visión acerca del lugar en que yacían, y había recibido la orden de pedir al arzobispo de Jerusalén, llamado Juan, de colocarlos en más honroso lugar. Se trasladó el patriarca, con su clero, al lugar indicado, y encontró los cuerpos de los santos. Exhalaban un delicioso perfume y varios enfermos fueron sanados a su contacto.

MEDITACIÓN
SOBRE LA HONRA CON QUE
DIOS COLMA A LOS SANTOS

   I. Dios honra a los santos en la tierra, les da poder casi absoluto sobre la naturaleza, les da a conocer lo secreto de los corazones, les alza el velo de lo porvenir y les granjea el respeto de los pueblos. Mientras la gente se aleja horrorizada de los cadáveres comunes, tiene gran veneración por las cenizas y las reliquias de los santos. Si realmente amas tú la gloria verdadera, si quieres dejar aquí abajo memoria verdaderamente inmortal, trabaja por hacerte santo. ¡Tus amigos son muy honrados, oh Dios mío! (El Salmista).

   II. En el cielo, los santos son aun incomparablemente más honrados. Son todos más gloriosos que los reyes en su trono: son los favoritos de Dios, los príncipes de su corte, y no temen ya perder la dicha de que gozan. Si tan grandes peligros se corren para ganar el favor de los príncipes de la tierra, ¡qué no deberemos hacer para hacernos amigos de Dios! ¿Qué haces para esto? ¿Buscas, acaso, la ocasión de agradar a Dios en todo?

  III. ¿Quieres participar de los honores que se tributan a los santos en el cielo y en la tierra? Imitalos; ama, como ellos, la humildad: oculta tus virtudes, y Dios las manifestará; desprecia las riquezas y los honores del mundo, y Dios te coronará de luz y te colmará de riquezas en el cielo. ¡Quieres llegar adonde llegaron los santos, y tomas un camino diametralmente opuesto al que ellos siguieron! Aspiras sólo a los bienes de la tierra, ¿cómo puedes esperar que alguna vez Dios te conceda los bienes del cielo?

El deseo de la santidad
Orad por la conversión de los pecadores.

ORACIÓN
   Señor, concedednos la gracia de imitar a los que honramos, y enseñadnos a amar a nuestros enemigos, ya que celebramos el Hallazgo de aquél que imploró, para sus perseguidores, la misericordia de J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA DECIMOSÉPTIMA SEMANA




PRIMERA LECTURA
El pueblo se juntó en el templo del Señor
Lectura del Profeta Jeremías 26, 1-9
Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías:
–Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola.
A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles, a causa de sus malas acciones.
Les dirás: Así dice el Señor:
–Si no me obedecéis cumpliendo la ley que os di en vuestra presencia, y escuchando las palabras de mis siervos los profetas, que os enviaba sin cesar (y vosotros no escuchabais); entonces trataré a este templo como al de Silo, y a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra.
Los profetas, los sacerdotes y el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en el templo del Señor.
Y cuando terminó Jeremías de decir cuanto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo:
–Eres reo de muerte.
¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?
Y el pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 68, 5. 8-10. 14
R.  Que me escuche tu gran bondad, Señor.
Más que los pelos de mi cabeza
son los que me odian sin razón;
más duros que mis huesos,
los que me atacan injustamente.
¿Es que voy a devolver
lo que no he robado? R.
Por ti he aguantado afrentas,
la vergüenza cubrió mi rostro.
Soy un extraño para mis hermanos,
un extranjero para los hijos de mi madre,
porque me devora el celo de tu templo,
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R.
Pero mi oración se dirige a ti,
Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R.

EVANGELIO
¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 54-58
En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada:
–¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso? Y desconfiaban de él.
Jesús les dijo:
–Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.
Palabra del Señor.