viernes, 26 de septiembre de 2025

SANTOS COSME y DAMIÁN, Mártires


26 de septiembre
SANTOS COSME
 y DAMIÁN,
 
Mártires



Curad enfermos, resucitad muertos,
limpiad leprosos,
 
lanzad demonios,
 dad gratuitamente lo que gratuitamente habéis recibido.
(Mateo, 10, 8).

   Los dos hermanos, Cosme y Damián, originarios de Arabia, fielmente observaron este consejo divino. Médicos, cuidaban gratuitamente a los enfermos, y su fe, mucho más aun que su ciencia, obraba curaciones maravillosas, espirituales y corporales. Cuando estalló la persecución de Diocleciano, fue imposible para hombres tan eminentes y distinguidos escapar a las investigaciones. Fueron detenidos por orden de Lisias, gobernador de Cilicia, y, después de diversos tormentos, fueron decapitados, sin duda en el año 303.

MEDITACIÓN
CADA CUAL EN SU
 
POSICIÓN
DEBE TRABAJAR POR EL CIELO

   I. Cada cual quiere descollar en su posición; para lograrlo no hay trabajo que se ahorre; si no alcanza para ello el día, se trabaja durante la noche. En cambio, en la profesión de cristiano, ¡cuán raro es este celo! ¡Cuántos hay, asimismo, que tienen miedo de parecer cristianos; que retroceden, no delante de las amenazas de un perseguidor, sino ante los sarcasmos de cristianos como ellos! ¡Extraña ceguera! ¡El artesano ejerce públicamente su oficio por humilde que sea, y no se avergüenza de su dignidad de cristiano! Nadie reconoce en ti a un cristiano. (Tertuliano)

   II. Debes cumplir tus deberes de estado cristianamente, es decir, de la manera como Dios lo quiere. Para esto, ofrece a Dios, por la mañana, el trabajo de todo el día, protestando que por obedecerle vas a trabajar. Si eres fiel a esta práctica, te cuidarás durante el día de no manchar con el pecado el trabajo que has consagrado al Señor.

   III. No te contentes con ofrecer tus acciones a Dios, esfuérzate por hacer todos los días alguna cosa por Él, con la única mira de agradarle. Trabaja en la gloria de Dios o en el alivio de los pobres: no hay profesión ni oficio que no nos brinde ocasiones para ello. Da a los pobres a fin de darte a ti mismo: lo que les des no lo perderás, lo que les rehúses pasará a mano de otro. (San Pedro Crisólogo).

La caridad
Orad por los pobres.

ORACIÓN
    Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que honrando el nacimiento al cielo de vuestros santos mártires Cosme y Damián, nos veamos libres por su intercesión de todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.

SAN CIPRIANO y SANTA JUSTINA, Mártires

26 de septiembre


 
SAN CIPRIANO
SANTA JUSTINA, Mártires
Yo me voy, y vosotros me buscaréis,
y moriréis en vuestro pecado.
(Juan, 8, 21).


   Santa Justina de Antioquía rehusó casarse con un joven pagano. Fue éste a consultar a un mago célebre, llamado Cipriano, sobre los medios que debía emplear para vencer a la doncella. Cipriano empleó todos los secretos de su arte; pero el demonio le confesó que ningún poder tenía sobre los cristianos. Esta respuesta lo convirtió; hasta llegó a ser obispo de Antioquía. Padeció con Santa Justina garfios de hierro, azotes y pez hirviendo; finalmente fueron decapitados. 
 
MEDITACIÓN
SOBRE EL APLAZAMIENTO
DE LA CONVERSIÓN
 
   I. No difieras tu conversión de día en día: Dios, que promete perdonar al arrepentido, no ha prometido esperar al pecador que difiere su conversión. La vida es tan incierta que una pronta conversión es absolutamente necesaria; porque de esta conversión depende una eternidad de dicha o de infortunio. El negocio de la salvación es tan importante, que no debe ser dejado para mañana. El día de mañana no pertenece al cristiano. (Tertuliano) 
   II. Pero aun cuando estuvieras seguro de llegar a extrema vejez, no seria ello razón para diferir hasta entonces tu conversión. En efecto, el cuerpo debilitado por la edad y la enfermedad no buscará sino el descanso, los malos hábitos se habrán convertido en segunda naturaleza; acaso Dios retire las gracias que hoy menosprecias. Sin duda que el perdón está prometido al que se arrepiente; ¿pero pretenderás hacer entonces penitencia?
   III. Esperas para convertirte el momento de tu muerte: pero ¿quién te ha dicho que no morirás de muerte repentina e imprevista? ¿Quién te ha asegurado que conservarás el uso de tu razón? Suponte que goces en ese supremo momento del pleno uso de tus facultades, ¿qué clase de penitencia es la que consiste en dejar el pecado cuando ya no se lo puede cometer? Imita a aquel cortesano que, después de haber leído la vida de San Antonio, dijo a uno de sus amigos: "Voy a servir a Dios; ahora mismo comienzo y en este lugar; si no quieres imitarme, por lo menos no te opongas a mi resolución".

La penitencia
Orad por la conversión de los pecadores. 
 
ORACIÓN
    Haced, Señor, que experimentemos los efectos incesantes de la protección de vuestros bienaventurados mártires Cipriano y Justina, puesto que no cesáis de mirar con bondad a los que favorecéis con tan poderoso socorro. por J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA VIGÉSIMA QUINTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Todavía un poco más y llenaré de gloria este Templo

Lectura del Profeta Ageo 2, 1b-10

El año segundo del reinado de Darío, el día veintiuno del séptimo mes vino la palabra del Señor por medio del profeta Ageo: Di a Zorobabel Ben-Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué Ben–Josadak, Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo: ¿Quién entre vosotros vive todavía, de los que vieron este templo en su esplendor primitivo? ¿Y qué veis vosotros ahora? ¿No es como si no existiese ante vuestros ojos? ¡Animo! Zorobabel—oráculo del Señor—; ¡Animo! Josué Ben–Josadak, Sumo Sacerdote; ¡Animo! pueblo entero, oráculo del Señor, a la obra: que yo estoy con vosotros, oráculo del Señor de los Ejércitos.
La palabra pactada con vosotros, cuando salíais de Egipto, y mi espíritu habitan con vosotros: no temáis.
Así dice el Señor de los Ejércitos: Todavía un poco más y agitaré cielo y tierra, mar y continentes.
Pondré en movimiento los pueblos; vendrán las riquezas de todo el mundo, y llenaré de gloria este Templo dice el Señor de los Ejércitos: Mía es la plata y mío es el oro, dice el Señor de los Ejércitos.
La gloria de este segundo Templo será mayor que la del primero dice el Señor de los Ejércitos ¡y en este sitio daré la paz—oráculo del Señor de los Ejércitos—
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 42, 1. 2. 3. 4
V/. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío».
R/. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío».
V/. Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa, contra gente sin piedad, sálvame del hombre traidor y malvado. R/.
V/. Tú eres mi Dios y protector: ¿por qué me rechazas? ¿por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo? . R/.
V/. Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada. R/.
V/. Que yo me acerque al altar de Dios, al Dios de mi alegría; que te dé gracias al son de la cítara Dios, Dios mío. R/.

EVANGELIO
Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho

+Lectura del santo Evangelio Según San Lucas 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
El les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios.
El les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió: El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Palabra del Señor