martes, 28 de agosto de 2012

28 de agosto San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia


28 de agosto
San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia

PRIMERA LECTURA
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 4-16
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito para que vivamos por él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 118
R. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente. R.
Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje. R.
Guardo tus mandamientos en mi pecho para nunca ofenderte. R.
Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas. R.
Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran. R.
Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas. R.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Su maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor.
Aleluya.

EVANGELIO
Que el mayor de ustedes sea su servidor
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 8-12
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«No dejen que los llamen “maestros”, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen “padre”, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ”guías”, porque el guía de ustedes es solamente Cristo.
Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».
Palabra del Señor.

MARTES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA


 

PRIMERA LECTURA

Conservad las tradiciones que habéis aprendido

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 13-16
Hermanos:
Os rogamos a propósito de la última venida
de nuestro Señor Jesucristo
y de nuestro encuentro con él,
que no perdáis fácilmente la cabeza
ni os alarméis por supuestas revelaciones,
dichos o cartas nuestras:
como si afirmásemos que el día del Señor está encima.
Que nadie en modo alguno os desoriente.
Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos,
para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Así, pues, hermanos, manteneos firmes
y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros,
de viva voz o por carta.
Que Jesucristo nuestro Señor
y Dios nuestro Padre
–que nos ha amado tanto
y nos ha regalado un consuelo permanente
y una gran esperanza–
os consuele internamente y os dé fuerza
para toda clase de palabras y de obras buenas.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13

R.  El Señor llega a regir la tierra.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente. R.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R.
Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra;
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

EVANGELIO

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello

+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
–¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera.
Palabra del Señor.