viernes, 3 de octubre de 2025

SAN FRANCISCO DE BORJA, Confesor


3 de octubre 
SAN FRANCISCO DE BORJA,*
Confesor

Los que usan del mundo vivan como si no usasen,
porque la apariencia de este mundo pasa.
(1 Corintios, 7, 31).

   San Francisco, duque de Gandía, nacido en 1510, mereció ser llamado por Carlos Quinto el milagro de los príncipes por sus cualidades y virtudes. Después de haber vivido santamente en Colonia como capitán general y después en su principado, entró en 1545, después de cuatro años de viudez, en la Compañía de Jesús, de la que llegó a ser superior general a pesar de sus lágrimas. Sus admirables predicaciones hacían llorar a todos los asistentes. Rehusó el cardenalato y murió en 1572.

MEDITACIÓN
SOBRE TRES VIRTUDES
DE SAN FRANCISCO DE BORJA

   I. Este ilustre servidor de Dios permaneció humilde en medio de los honores. Tú no tienes las eminentes cualidades que distinguían a este gran santo, y, sin embargo, estás lleno de orgullo. Ello es porque no piensas, como él, que la figura de este mundo pasa. Despréndete de los bienes del mundo para no tener pena de abandonarlos en el momento de la muerte. Estemos preparados para todo acontecimiento, de modo de no sentir pena por lo que dejemos detrás. (Tertuliano).

   II. Su austeridad y mortificación lucieron aun entre las delicias de la corte. Se armaba de un cilicio cada vez que debía encontrarse entre mujeres; ayunó durante dos años rigurosísimamente. Pero estas austeridades nada fueron comparadas a las que practicó después de su entrada en religión. ¿Esta conducta no es acaso la condenación de tu delicadeza? No te excuses alegando tus malos hábitos, tú puedes, tanto como él, corregirlos y adquirir otros buenos.

   III. Tenía una devoción tan tierna que ni aun importantes asuntos que debía atender desviaban su pensamiento de Dios: su jornada era una oración continua. Cada mes elegía un santo como protector especial; él fue quien introdujo en la Compañía de Jesús esta santa costumbre. ¿En qué punto te hallas tú acerca de la devoción? ¿De todas las épocas de tu vida diste siquiera una a Dios? ¡Has sido niño, adolescente, has llegado a la edad de la madurez y nunca has sido virtuoso! (San Clemente de Alejandría)

La humildad 
Orad por la Compañía de Jesús.

ORACIÓN
   Señor Jesucristo, modelo y recompensa de la verdadera humildad, dignaos después de haber hecho al bienaventurado Francisco vuestro glorioso imitador en el desprecio de los honores terrenos, hacernos a nosotros partícipes de sus virtudes y de su gloria. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.



* Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

VIERNES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Pecamos contra el Señor no haciéndole caso
Lectura del Profeta Baruc 1, 15-22
Confesamos que el Señor nuestro Dios es justo, nosotros en cambio, sentimos la vergüenza de la culpa en este día: judíos, vecinos de Jerusalén, nuestros reyes y gobernantes, nuestros sacerdotes y profetas y nuestros antepasados; porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Señor nuestro Dios no siguiendo los mandatos que el Señor nos había propuesto.
Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor nuestro Dios, hemos rehusado obedecerle.
Por eso nos han sucedido ahora las desgracias y la maldición que el Señor conminó a Moisés cuando sacó a nuestros padres de Egipto, para darnos una tierra que mana leche y miel.
No obedecimos al Señor que nos hablaba por medio de sus enviados los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor nuestro Dios reprueba.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 78, 1-2. 3-5. 8. 9
V/. Por el honor de tu nombre, sálvanos, Señor.
R/. Por el honor de tu nombre, sálvanos, Señor.

V/. Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad, han profanado tu santo templo, han reducido Jerusalén a ruinas; echaron los cadáveres de tus siervos en pasto a las aves del cielo, y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. R/.

V/. Derramaron su sangre como agua en torno a Jerusalén, y nadie la enterraba.
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre enojado? ¿Va a arder como fuego tu cólera? R/.

V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados. R/.

V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu nombre. R/.


EVANGELIO
Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:
¡Ay de ti Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.

Palabra del Señor.