sábado, 12 de abril de 2025

SAN SABAS, Mártir



12 de abril
SAN  SABAS,
 Mártir
Los sufrimientos de la vida presente
no son de comparar con la gloria venidera.
(Romanos, 8, 18).

   San Sabas era godo de nacimiento. Como rehusara comer carne inmolada a los ídolos, diciendo que prefería antes morir que ofender a Dios, se lo despojó de sus vestidos, se lo arrastró sobre espinas, se lo torturó cruelmente, y, finalmente, fue arrojado a un río. En medio de los suplicios daba gracias a Dios por haberlo juzgado digno de padecer por su causa. Imitemos su constancia y agradezcamos a Dios en las aflicciones como en la prosperidad. Murió el santo en el año 372.   

  MEDITACIÓN
SOBRE  LA NECESIDAD
DE LOS SUFRIMIENTOS
   I. La palabra del Salvador: Renúnciate a ti mismo y lleva tu cruz, no ha sido dicha para los religiosos solamente; se dirige a todos los cristianos en general. La vida cristiana es un trabajo sin descanso, porque hemos de combatir sin cesar nuestros deseos, apartarnos de lo que nos place y hacer lo que nos desagrada. Pero consolémonos: si llevamos nuestra carga con amor, Dios la hará ligera. Para los que aman a Dios es más fácil cercenar siempre sus apetitos, que para los que aman al mundo contenerlos algunas veces. (San Agustín).
   II. Además de la violencia que debemos hacernos a nosotros mismos para mortificar nuestras pasiones, Dios nos enviará pruebas de toda clase. Aceptémoslas, no solamente con resignación, sino con fe y gratitud: es una prueba del amor de Dios hacia nosotros. ¿Cuál es el hijo, dice San Pablo, a quien Dios no corrige? pues el Señor castiga misericordiosamente a los hijos que ama. Así, pues, persevera en la sumisión, prosigue el gran Apóstol; si Dios no te castiga, es porque no te tiene por hijo legítimo, sino por bastardo. El que no sufre en el exilio no se regocijará en la patria.(San Agustín).
   III. San Sabas ve a los ángeles que lo llaman desde la otra orilla del río al que lo van a precipitar, y conjura a sus verdugos a que apresuren su suplicio. En tus pruebas vuelve los ojos al Cielo. Considera lo que se te ha prometido, para quien tiene en vista la recompensa nada hay que no le parezca leve y fácil, y la esperanza del salario suaviza la fatiga del obrero. (San Jerónimo).  

El pensamiento del cielo 
Orad por
 los afligidos.

ORACIÓN
   Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Sabas, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo honramos, nos fortifique en el amor de vuestro Santo Nombre.  Por J. C. N. S.

SÁBADO DE LA QUINTA SEMANA DE CUARESMA

PRIMERA LECTURA
Los haré un solo pueblo

Lectura de la profecía de Ezequiel 37, 21-28

Así dice el Señor:
«Yo voy a recoger a los israelitas por las naciones adonde marcharon, voy a congregarlos de todas partes y los voy a repatriar.
Los haré un solo pueblo en su país, en los montes de Israel, y un solo rey reinará sobre todos ellos.
No volverán a ser dos naciones ni a desmembrarse en dos monarquías.
No volverán a contaminarse con sus ídolos y fetiches y con todos sus crímenes.
Los libraré de sus pecados y prevaricaciones, los purificaré:
ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos.
Caminarán según mis mandatos y cumplirán mis preceptos, poniéndolos por obra.
Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, en la que habitaron vuestros padres; allí vivirán para siempre, ellos y sus hijos y sus nietos; y mi siervo David será su príncipe para siempre.
Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré con ellos.
Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Y sabrán las naciones que yo soy el Señor que consagra a Israel, cuando esté entre ellos mi santuario para siempre.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Jr 31, 10. 11-1 2ab. 13 (R/.: 10 d)
R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño.» R/.

Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte. Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas. R/.

Versículo antes del evangelio Ez 18, 31
Quitaos de encima vuestros delitos —dice el Señor—, y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo.

EVANGELIO
Para reunir a los hijos de Dios dispersos

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 45-57

En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:
—«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación.»
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:
—«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera.»
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:
—«¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?»
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Palabra del Señor.