miércoles, 21 de mayo de 2025

SAN TORCUATO Y COMPAÑEROS, Obispos y Mártires

21 de Mayo
SAN TORCUATO Y COMPAÑEROS,
Obispos y Mártires

 
   En muchas iglesias de España se celebra hoy la fiesta de los Siete Varones Apostólicos -Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio y Eufrasio-, quienes, según el testimonio de San Gregorio VII, en una carta escrita al rey de Castilla Alfonso VI, fueron enviados por los Apóstoles San Pedro y San Pablo a evangelizar España. Desembarcaron en Cádiz, donde hicieron muchos milagros, y, después de haber predicado por casi toda la Península, sobre todo en Andalucía, murieron cada uno en su sede respectiva: Torcuato, en Guadix; Tesifonte, en Vergi (Almería); Segundo,  en Abla; Indalecio, en Urci (Huércal); Cecilio, en Illíberis (Elvira); Esiquio, en Carcesa (Carchel), y Eufrasio, en Illiturgui (Cuevas de Lituergo).
 
ORACIÓN

   Oh Dios, que, después del Santísimo apóstol Santiago, nos hiciste llegar al conocimiento de tu nombre por medio de tus santos mártires y Pontífices Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio y Eufrasio: haz propicio que por los méritos de aquellos a quienes veneramos con festivo culto, consigamos los eternos gozos. Por J. C. N. S. Amén.

MIÉRCOLES DE LA V SEMANA DE PASCUA

PRIMERA LECTURA
Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 1-6
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. La Iglesia los proveyó para el viaje; atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los gentiles y alegrándolos mucho con la noticia. Al llegar a Jerusalén, la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos contaron lo que Dios había hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo:
—«Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés.»
Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 121, 1-2. 4-5 (R/.: cf. 1)
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
O bien:  Aleluya.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestro pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

Aleluya Jn 15, 4a. 5b
Permaneced en mi, y yo en vosotros
—dice el Señor—;
el que permanece en mi da fruto abundante.

EVANGELIO
El que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante

 +Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor.