martes, 30 de septiembre de 2025

SAN JERÓNIMO, Presbítero y Doctor



30 de septiembre 
SAN JERÓNIMO, 
Presbítero
 y Doctor

Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios
para que se nos confiase su Evangelio, 
 
así hablamos, no para agradar a los hombres, 
 
sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses, 2, 4).

   La vida de San Jerónimo, hombre rico de Panonia que se hizo bautizar en Roma y fue ordenado sacerdote en Antioquía, no es sino una serie ininterrumpida de trabajos emprendidos por la gloria de Dios. Secretario del Papa San Dámaso, enseñó Sagrada Escritura y dio de ella, en latín, su famosa traducción conocida con el nombre de Vulgata, que aprobó el Concilio de Trento. Fue también el azote de las herejías. Su austeridad, sus continuos ayunos y su celo por la conversión de las almas, nos enseñan la virtud y el Evangelio más elocuentemente aun que sus palabras. Murió en el año 420, cerca de los 80 años de edad.

MEDITACIÓN
SOBRE SAN
 JERÓNIMO

   I. Este santo Doctor abandonó la lectura de los autores profanos, por quienes tenia una especie de pasión, a fin de entregarse de lleno al estudio de los Libros santos. ¿Hasta cuándo perseguirás en tus estudios sólo tu agrado y tu interés? Mira hacia dónde tienden tus vigilias y tus trabajos, y trata de santificarlos mediante la rectitud de tus intenciones. Acuérdate siempre que hay que atribuir a la virtud más valor que a la ciencia. Ama la ciencia, pero prefiere a ella la caridad. (San Agustín)

   II. San Jerónimo dejó la Ciudad eterna, en la que era colmado de honores, y fue a buscar, en la soledad de Belén, un refugio contra los peligros del mundo. Examina las ocasiones que tienes de ofender a Dios, y abandónalas. En el desierto es donde Jesucristo y un gran número de santos después de Él triunfaron de sus ataques. La gloria del desierto es triunfar del demonio que venció a nuestros primeros padres en el paraíso terrenal. (San Euquerio).

   III. El pensamiento del juicio fue lo que movió a este gran santo a retirarse a la soledad y a imponerse las más rudas mortificaciones. Es menester que el sonido de aquélla trompeta terrible que deberá citarte ante el tribunal de Dios resuene continuamente en tus oídos. ¿Estás pronto a dar cuenta de tu vida? Piensa en ello a toda hora durante el día, tiembla, como lo hacía este santo; abandona los placeres y abraza la cruz. Cuando el sonido de la trompeta haga temblar la tierra y a los que la habitan, tú estarás gozoso. (San Jerónimo).

El pensamiento del juicio
Orad por la educación
 
cristiana de la juventud.

ORACIÓN
    Oh Dios, que os dignasteis conceder a la Iglesia un admirable intérprete de las Sagradas Escrituras en la persona de vuestro confesor San Jerónimo, ayudadnos, en consideración de sus méritos, a llevar a la práctica la que enseñó con su palabra y sus actos. Por J. C. N. S. Amén.

MARTES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Vendrán pueblos incontables a consultar al Señor en Jerusalén
Lectura del Profeta Zacarías 8, 20-23
Así dice el Señor de los Ejércitos: Todavía vendrán pueblos y habitantes de grandes ciudades, y los de una ciudad irán a otra diciendo: Vayamos a implorar al Señor, a consultar al Señor de los Ejércitos.
Yo también voy contigo.
Y vendrán pueblos incontables y numerosas naciones a consultar al Señor de los Ejércitos en Jerusalén y a implorar su protección.
Así dice el Señor de los Ejércitos: Aquel día diez hombres de cada lengua extranjera agarrarán a un judío por la orla del manto, diciendo: Queremos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 86, 1-3. 4-5. 6-7.
V/. Dios está con nosotros.
R/. Dios está con nosotros.

V/. El la ha cimentado sobre el monte santo: y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! . R/.

V/. «Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella: el Altísimo en persona la ha fundado». R/.

V/. El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Este ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti». R/.



EVANGELIO
Tomó la decisión de ir a Jerusalén
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 51-56
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén.
Y envió mensajeros por delante.
De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento.
Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con ellos? El se volvió y les regañó, y dijo: No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos.
Y se marcharon a otra aldea.
Palabra del Señor.