sábado, 8 de junio de 2024

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer

Lectura del libro del Génesis 3, 9-15

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:
—«¿Dónde estás?»
Él contestó:
-«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.»
El Señor le replicó:
—«¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?»
Adán respondió:
—«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.»
El Señor dijo a la mujer:
—«¿Qué es lo que has hecho?»
Ella respondió:
—«La serpiente me engañó, y comí.»
El Señor Dios dijo a la serpiente:
—«Por haber hecho eso, serás maldita
entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo
toda tu vida;
establezco hostilidades entre ti y la mujer,
entre tu estirpe y la suya;
ella te herirá en la cabeza
cuando tú la hieras en el talón.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 129, 1-2. 3-4. 5-6.7-8 (R/.: 7bc)
R/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R/.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R/.

Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. R/.

Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. R/.


SEGUNDA LECTURA
Creemos y por eso hablamos

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 13-5, 1

Hermanos:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito:
«Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros.
Todo es para vuestro bien.
Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos desanimamos. Aunque nuestro hombre exterior se vaya deshaciendo, nuestro interior se renueva día a día.
Y una tribulación pasajera y liviana produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria.
No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve.
Lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Es cosa que ya sabemos: Si se destruye este nuestro tabernáculo terreno, tenemos un sólido edificio construido por Dios, una casa que no ha sido levantada por mano de hombre y que tiene una duración eterna en los cielos.
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 12, 31b-32
Ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera
-dice el Señor-
Y cuando yo sea elevado sobre la tierra
atraeré a todos hacia mí.

EVANGELIO
Satanás está perdido

 +Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 20-35

En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
También los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
—«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas:
—«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegaron su madre y sus hermanos y desde fuera lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dijo:
—«Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.»
Les contestó:
—«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?»
Y, paseando la mirada por el corro, dijo:
—«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.»
Palabra del Señor.

Consagración al Inmaculado Corazón de María

 Compuesto por San Luis María Grignon de Montfort

Yo, N.... pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en tus manos los votos de mi bautismo. Renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me doy todo entero a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, por llevar mi cruz en su seguimiento,  todos los días de mi vida. Y para ser más  fiel de lo que he sido hasta aquí, te escojo hoy, ¡oh María!, en presencia de toda la corte celestial por mi Madre y Señora.

Te entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, dejándote entero y pleno derecho para disponer de mí y de todo lo que me pertenece sin reserva, a tu beneplácito y a mayor gloria de Dios, en el tiempo y en la eternidad.


INMACULADO CORAZÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, memoria obligatoria (hasta la hora nona)

PRIMERA LECTURA
Cumple tu tarea de evangelizador. Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el Señor me premiará con la corona merecida

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 4, 1-8

Querido hermano: Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.
Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que, para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos; y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.
Tú estate siempre alerta: soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu servicio.
Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente.
He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 70, 8-9. 14-15ab. 16-17. 22
V/. Mi boca contará tu auxilio, Señor.
R/. Mi boca contará tu auxilio, Señor.

V/. Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día.
No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones. R/.

V/. Yo seguiré esperando, redoblaré tus alabanzas; mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. R/.

V/. Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

V/. Yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad; tocaré para ti la cítara, Santo de Israel. R/.



EVANGELIO
Conservaba todo esto en su corazón
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51a

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó:
-«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor.