Compuesto por San Luis María Grignon de Montfort
Yo, N.... pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en tus manos los votos de mi bautismo. Renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me doy todo entero a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, por llevar mi cruz en su seguimiento, todos los días de mi vida. Y para ser más fiel de lo que he sido hasta aquí, te escojo hoy, ¡oh María!, en presencia de toda la corte celestial por mi Madre y Señora.
Te entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, dejándote entero y pleno derecho para disponer de mí y de todo lo que me pertenece sin reserva, a tu beneplácito y a mayor gloria de Dios, en el tiempo y en la eternidad.