30 de agosto
SAN PAMAQUIO, Senador Romano
Dios os salve, María, Madre de Dios. En Vos está
y estuvo toda la plenitud de la gracia y todo bien.
(San Francisco de Asís)
y estuvo toda la plenitud de la gracia y todo bien.
(San Francisco de Asís)
San Pamaquio era senador romano, y presumiblemente un hombre felizmente
casado (era yerno de Santa Paula) edificó un hospicio en el que atendía personalmente a los
peregrinos que venían a Roma.
Cuando Joviniano(1)
empezó a esparcir sus errores, San Pamaquio, junto con otros hombres piadosos
de Antioquía, se escandalizaron y enviaron los escritos de Joviniano a San Jerónimo.
Éste, como respuesta, escribió dos libros contra aquél en el año de 393. En
el primero, demostraba las excelencias de la virginidad cuando se practicaba por
amor a la virtud, lo que había sido negado por Joviniano, y en el segundo atacó
los otros errores. Los tratados fueron escritos con el estilo recio, característico
de Jerónimo, y algunas de sus expresiones les parecieron a las gentes de Roma
demasiado duras y denigrantes para la dignidad del matrimonio. San Pamaquio y
otros con él, se sintieron ofendidos y así se lo notificaron a Jerónimo;
entonces, éste escribió la Apología a Pamaquio, conocida también como el
tercer libro contra Joviniano.
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(1) Joviniano fue un sacerdote y monje hereje del siglo IV. San Ambrosio, San Agustín y, sobre todo San Jerónimo, combatieron sus herejías: "De Joviniano, un cierto monje, proviene esta herejía, brotada en nuestro tiempo en los días de nuestra juventud" (San Agustín: "De haeresibus"). Entre otras, sostuvo estas dos herejías: a) La Virginidad y el Matrimonio tienen igual valor y son igualmente meritorios ante Dios. b) Como lógica consecuencia de quienes niegan la excelencia de la virginidad, Joviniano terminó negando la PERPETUA VIRGINIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.