martes, 5 de noviembre de 2024

SAN ZACARÍAS y SANTA ISABEL

5 de noviembre

SAN ZACARÍAS
y
SANTA ISABEL

Al que tiene, se le dará,
y estará en la abundancia;
mas al que no tiene se le quitará
aun lo que tiene.
(Mateo, 13, 12).


   San Zacarías, sacerdote de la antigua Ley, y su esposa Santa Isabel, tuvieron el honor de tener por hijo a San Juan Bautista, precursor del Mesías. Fuera de lo que el Evangelio nos enseña acerca de la aparición del ángel a Zacarías, sobre el uso de la palabra, perdido en castigo de su incredulidad y recobrado al nacer San Juan, sobre las maravillas cumplidas con ocasión de la visita de la Madre de Dios, ninguna particularidad conocemos de la vida de los dos augustos esposos.


MEDITACIÓN
CÓMO DEBEN USARSE
LAS GRACIAS DE DIOS
 
   I. Dios da a todos los hombres gracias suficientes para salvarse, si ellos quieren aprovecharlas; pero los cristianos reciben muchas más que los otros. Agradece a Dios estas gracias, sobre todo la de tu vocación al cristianismo, que es la fuente de gran número de otras, y sabe que serás castigado más severamente que los paganos, si no sacas provecho de las gracias que Dios te concede tan generosamente. Tanto más graves son nuestros pecados cuanto más abundantes fueron en nosotros las gracias. (San Cesáreo).


   II. Abúsase de la gracia cuando se resiste a sus inspiraciones, se aplaza el obedecerla, o se rehúsa escuchar lo que nos dice en el fondo del corazón. Escucha la voz de Dios que te habla; para oírla, huye del ruido del mundo, calma las tempestades que las pasiones excitan en tu alma, obedece sin tardanza. Camina mientras tienes luz y no remitas tu conversión a la hora de la muerte. 


   III. Recompensa de los que aprovechan las gracias de Dios es recibir otras mayores, como castigo de los que de ellas abusan es ser privados de las que les estaban destinadas. ¡Ten cuidado!, la gracia que desprecias será, acaso, causa de tu reprobación. No has querido trabajar por tu salvación cuando lo podías; vendrá la muerte y te quitará la posibilidad de hacer algo por tu alma. Justo castigo del pecado es no poder ya practicar la virtud después que se ha rehusado hacerlo cuando se podía. (San Agustín).


El respeto a los eclesiásticos
Orad por los sacerdotes. 
 
ORACIÓN
   Haced, oh Señor, que seamos ayudados por las oraciones de San Zacarías y de Santa Isabel, a fin de que recibamos por su intercesión la que no podemos obtener por nosotros mismos. Por J. C. N. S. Amén.

MARTES DE LA TRIGÉSIMA PRIMERA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Se rebajó, por eso Dios lo levantó
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2, 5-11
Hermanos: Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús.
El, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre sobre todo nombre» ; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo, y toda lengua proclame: « ¡Jesucristo es Señor! », para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 21, 26b-27. 28-30a. 31-32
V/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.
R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.

V/. Cumpliré mis votos delante de tus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que le buscan: viva su corazón por siempre. R/.

V/. Lo recordarán y volverán al Señor hasta de los confines del orbe; en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.
Porque del Señor es el reino, él gobierna a los pueblos; ante él se postrarán las cenizas de la tumba. R/.

V/. Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá; hablarán del Señor a la generación futura, contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: todo lo que hizo el Señor. R/.



EVANGELIO
Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se me llene la casa

+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 14, 15-24

En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: ¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios! Jesús le contestó: Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: Venid, que ya está preparado.
Pero ellos se excusaron uno tras otro.
El primero le dijo: He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor.
Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor.
Otro dijo: Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir.
El criado volvió a contárselo al amo.
Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos.
El criado dijo: Señor, se ha hecho lo que mandaste y todavía queda sitio.
Entonces el amo dijo: Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se me llene la casa. Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.

Palabra del Señor.