miércoles, 14 de agosto de 2013

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, Solemnidad. Misa vespertina de la vigilia




MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA

PRIMERA LECTURA
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le habla preparado
Lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas.
Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor.
David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos.
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 131, 6-7. 9-10. 13-14 (R.: 8)
R. Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder.
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el Soto de Jaar: entremos en su morada, postrémonos ante el estrado de sus pies. R.
Que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles vitoreen. Por amor a tu siervo David, no niegues audiencia a tu Ungido. R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: «Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.

SEGUNDA LECTURA
Nos da la victoria por Jesucristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 54-57
Hermanos:
Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?»
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la Ley.
¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
Palabra de Dios.

Aleluya Lc 11, 28
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

EVANGELIO
Dichoso el vientre que te llevó
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo:
-«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso:
-«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Palabra del Señor.

MIÉRCOLES DE LA DECIMONOVENA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Murió Moisés, como había dicho el Señor, y ya no surgió otro profeta como él
Lectura del libro del Deuteronomio 34, 1-12
En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Fasga, que mira a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, el territorio de Neftalí, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Soar; y le dijo: Esta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: «Se la daré a tu descendencia». Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en el1a.
Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor.
Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba.
Moisés murió a la edad de ciento veinte años: no había perdido vista ni había decaído su vigor.
Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés.
Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos, los israelitas le obedecieron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés.
Pero ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 5 y 8. 16-17
V/. Bendito sea Dios, que nos ha devuelto la vida.
R/. Bendito sea Dios, que nos ha devuelto la vida.
V/. Aclama al Señor, tierra entera, tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria; decid a Dios: «Qué temibles son tus obras». R/.
V/. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas. R/.
V/. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca, y lo ensalzó mi lengua. R/.

EVANGELIO
Si te hace caso, has salvado a tu hermano
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos.
Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos.
Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo.
Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Palabra del Señor.