lunes, 13 de agosto de 2012

MARTES DE LA DECIMONOVENA SEMANA



PRIMERA LECTURA
Me dio a comer el volumen y me supo en la boca dulce como la miel
Lectura del Profeta Ezequiel 2, 8 - 3, 4
Así dice el Señor:
–Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la Casa Rebelde! Abre la boca y come lo que te doy.
Vi entonces una mano extendida hacia mí, con un documento enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes.
Y me dijo:
–Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este volumen y vete a hablar a la Casa de Israel.
Abrí la boca y me dio a comer el volumen, diciéndome:
–Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este volumen que te doy.
Lo comí y me supo en la boca dulce como la miel.
Y me dijo:
–Hijo de Adán, anda, vete a la Casa de Israel y diles mis palabras.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131
R.  ¡Qué dulce, Señor, es al paladar tu promesa!
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R.
Tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros. R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca,
que miles de monedas de oro y plata. R.
¡Qué dulce al paladar tu promesa!
más que miel en la boca. R.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón. R.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.


EVANGELIO
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 1-5. 10. 12-14
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
–¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos?
El llamó a un niño, lo puso en medio, y dijo:
–Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.
Palabra del Señor.

LUNES DE LA DECIMONOVENA SEMANA




PRIMERA LECTURA
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor
Lectura del Profeta Ezequiel 1, 2-5. 24 - 2, 1a
El año quinto de la deportación del rey Joaquín, el día cinco del mes cuarto, vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzí, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar.
Entonces se apoyó sobre mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos. Nube nimbada de resplandor, y entre el relampagueo como el brillo del electro.
En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían forma humana.
Y oí el rumor de sus alas, como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban; griterío de multitudes como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían las alas. También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas.
Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre. Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajo vi algo así como fuego. Estaba nimbado de resplandor. El resplandor que lo nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve.
Era la apariencia visible de la Gloria del Señor.
Al contemplarla, caí rostro en tierra.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a. 14bcd
R.  Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
O bien:
      Aleluya.
Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto;
alabadlo, todos sus ángeles,
alabadlo, todos sus ejércitos. R.
Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo;
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños. R.
Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su Majestad sobre el cielo y la tierra. R.
El acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R.

EVANGELIO
Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 22-27
En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús:
–Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron:
–¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
Contestó:
–Sí.
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
–¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?
Contestó:
–A los extraños.
Jesús le dijo:
–Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.
Palabra del Señor.

SAN HIPÓLlTO, Mártir


13 de agosto 
SAN HIPÓLlTO
 Mártir

No queráis amar al mundo, ni las cosas
mundanas. Si alguno ama al mundo,
no habita en él la caridad del Padre.
(1 Juan, 2, 15).

   
El sacerdote romano Hipólito, presbítero de la Iglesia romana y teólogo de renombre, se había constituido como cabeza de una comunidad disidente. Durante la persecución de Maximino, fue deportado a Cerdeña con el Papa Ponciano, donde se reconcilió con la Iglesia. Sometido a trabajos forzados, murió mártir del clima malsano, hacia el año 238.


  MEDITACIÓN
SOBRE TRES PELIGROS
QUE SE ENCUENTRAN EN EL MUNDO

   I. Las máximas del mundo son tan contrarias a las de Jesucristo, que no hay que asombrarse de ver en él al vicio honrado y a la virtud despreciada. Dice Jesucristo que hay que despreciar las riquezas, el mundo pretende que hay que valerse de todo para adquirirlas; recomienda el Señor que se perdone a los enemigos, el mundo declara que un hombre que se precie de serlo no debe sufrir una afrenta sin vengarse: como si no fuese honorable obedecer a Jesucristo e imitale. Considera una por una las máximas del mundo, y verás que son el polo opuesto de las máximas de Jesucristo.

   II. A máximas peligrosas, une el mundo malos ejemplos. En el mundo, cada uno busca los placeres, los honores, la fortuna; pocos piensan seriamente en su salvación. En el mundo, exhíbese el vicio sin embozo y sin vergüenza, mientras que la virtud se esconde para escapar de las burlas y del odio de los malvados.Quien no imita a los malvados, los ofende. (San Cipriano).

   III. En fin, en el mundo, no se obedece ni a la razón ni al Evangelio, no se sigue sino la costumbre cobarde; ésta es la que glorifica al vicio y denigra a la virtud. Cuídate de estos tres peligros, y regula tu vida según el Evangelio y no según los usos del mundo, donde los buenos son tan raros y los malos tan numerosos. Excepto algunos cristianos que huyen del mal, ¿qué es el resto de los hombres, sino la sentina de los vicios? (Sa1viano).

La devoción
Orad por los que se
consagran a la enseñanza.

ORACIÓN   
   Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad de vuestro bienaventurado mártir Hipólito aumente en nosotros la devoción y el amor de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.