viernes, 14 de junio de 2024

SAN FRANCISCO DE RÉGIS, Confesor


14 de Junio
SAN FRANCISCO DE RÉGIS,
Confesor



 Nada hay oculto que no deba ser descubierto,
 ni escondido, que no haya de ser conocido y publicado.
(Lucas. 8, 17).

   San Francisco impresionóse de tal modo de lo que oyó decir un día a su madre concerniente a las penas del infierno, que toda su vida experimentó sumo horror por el pecado mortal. Cobijó su inocencia bajo el manto de la Reina de los cielos; y para mejor servir a esta bondadosa Madre, ingresó a una de las piadosas congregaciones erigidas en su honor. Entró en la Compañía de Jesús y, con tanto celo y fruto trabajó en la salvación de las almas, que mereció ser llamado apóstol de Vivarais. Murió el año 1640 en Lalouvesc, donde su tumba se ha hecho célebre por la afluencia de peregrinos que a ella acuden y por los milagros que allí se producen.

MEDITACIÓN SOBRE LOS TRES OBSTÁCULOS
PARA UNA BUENA CONFESIÓN
 
  
   I. La negligencia en prepararte a la Confesión a menudo es la causa de que no aproveches de un remedio tan salutífero. No indagas tus pecados con suficiente esmero; no te excitas lo suficiente a la contrición, porque no consideras el mal que te causan tus pecados, ni el bien de que te privan. Has perdido el más valioso de los bienes, la gracia, y todavía has menester que se te mande que tengas dolor de ello.

   II. El respeto humano impide a menudo que se declaren todos los pecados. El demonio que nos había quitado la vergüenza cuando cometíamos nuestros crímenes, quiere ahora devolvérnosla en el santo tribunal. Desecha esta mala vergüenza, a menos que prefieras ver, en el día del juicio, expuestos tus pecados a la vista de todos antes que declararlos aquí a un solo hombre. Esta confusión que sufres ahora te será saludable, la otra será inútil. No te avergüences de tener que decir lo que no tuviste vergüenza de hacer. (San Bernardo).

   III. Recaes siempre en las mismas faltas, siempre te confiesas de lo mismo, porque no tienes un firme propósito de enmienda y no prevés los escollos allí donde tienes costumbre de naufragar. Piénsalo seriamente en lo porvenir, deja esas ocasiones peligrosas, y no te preocupes por lo que diga el mundo. ¿Dónde estamos si más tememos disgustar a los hombres que a Dios? (Tertuliano)

La huida del pecado
Orad
 por los que están
en pecado mortal.

ORACIÓN

   Oh Dios, que habéis otorgado al bienaventurado Francisco, vuestro confesor, una admirable caridad y una paciencia invencible en los trabajos que emprendió para la salvación de las almas, haced, por vuestra misericordia, que siendo enseñados por sus ejemplos y ayudados por su intercesión, obtengamos las recompensas de la vida eterna. Por J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA DÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Aguarda al Señor en el monte
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-16
En aquellos días, al llegar Elías al monte de Dios, al Horeb, se refugió en una gruta.
El Señor le dijo: Sal y aguarda al Señor en el monte, que el Señor va a pasar.
Pasó antes del Señor un viento huracanado, que agrietaba los montes y rompía los peñascos: en el viento no estaba el Señor.
Vino después un terremoto, y en el terremoto no estaba el Señor.
Después vino un fuego, y en el fuego no estaba el Señor.
Después se escuchó un susurro.
Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la gruta.
Una voz le preguntó: ¿Qué te trae por aquí, Elías? Contestó: Mi pasión por el Señor Dios de los Ejércitos.
Porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas.
He quedado yo solo, y ahora me persiguen para matarme.
El Señor le dijo: Desanda el camino hasta el desierto de Damasco, y, cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú hijo de Nimsí, y como profeta sucesor tuyo a Eliseo hijo de Safat, natural de Abel-Mejolá.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 26, 7-8a. 8b-9abc. 13-14
V/. Tu rostro buscaré, Señor.
R/. Tu rostro buscaré, Señor.

V/. Escúchame, Señor, que te llamo, ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: Buscad mi rostro. R/.

V/. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches. R/.

V/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.


EVANGELIO
El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 27-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio».
Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo.
Más te vale perder un miembro, que ser echado entero en el Abismo.
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro, que ir a parar entero al Abismo.
Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio».
Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer excepto en caso de prostitución la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.
Palabra del Señor.