viernes, 19 de septiembre de 2025

SAN JENARO, Obispo y sus COMPAÑEROS, Mártires


19 de septiembre
SAN JENARO, Obispo 
  y sus compañeros, Mártires
No sé de dónde sois, apartaos de Mí, todos vosotros
obradores de iniquidad. Allí será el llanto
 

y el rechinar de dientes.
(Lucas, 13, 27-28).

   San Jenaro, noble napolitano, obispo de Benevento, fue arrojado a una hoguera, pero las llamas no le hicieron ningún mal. Se puso a cantar las alabanzas de Dios, y los ángeles le respondieron en armonioso concierto. Fue torturado y después expuesto, en vano, a los leones, y, por último, condenado a muerte. Apenas el juez había pronunciado su sentencia cuando quedó ciego; pero San Jenaro le devolvió la vista y, por este milagro, convirtió a cinco mil paganos. Irritado el tirano de ver que esta multitud. renunciaba a los ídolos, condenó a su benefactor a ser decapitado, hacia el año 305.

   Festo, diácono, y Desiderio, lector, participaron de su martirio y de su gloria.

MEDITACIÓN
TRES CONSIDE
RACIONES
SOBRE EL INFIERNO

   I. El fuego que tortura a los condenados es un fuego ardiente, pero sin luz; éstas son las tinieblas exteriores de que habla el Evangelio. En estas tinieblas se encontrarán todos los males imaginables, sin mezcla de bien alguno. Piensa en todos los suplicios que han sufrido los mártires, en los dolores que causan las enfermedades más crueles, y después de esto di: El Infierno es todavía algo más espantoso que todos estos tormentos. Sería preciso concebir la omnipotencia de Dios y la malicia del pecado, para comprender la grandeza de los suplicios del infierno. El fuego del infierno es el tesoro de la cólera de Dios. (Tertuliano)

   II. Represéntate a los miserables a quienes en estas llamas atormentan los demonios. Escucha sus quejas, sus lamentos, sus horribles blasfemias. Piensa en el nauseabundo olor que respiran, en la hiel en que se abrevan, en el fuego que penetra todos sus huesos. ¿Será posible que uno se exponga a estos sufrimientos por el placer de un momento?

   III. La memoria de los condenados les representará los miserables placeres que causaron su pérdida, y lo poco que les hubiera bastado para salvarse. Su inteligencia concebirá entonces la grandeza del bien que han perdido y del mal en el que se han precipitado. Su voluntad quedará para siempre obstinada en el mal; querrán morir para no sufrir más; ni siquiera habrá muerte ya. Hagamos penitencia, ahora que todavía es el tiempo de ello. Tarde será arrepentirnos frente al fuego del infierno, que penetrará hasta la médula de nuestros huesos, hasta nuestros pensamientos.(Eusebio).

El pensamiento del infierno - Orad
por las almas del Purgatorio.

ORACIÓN
    Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad de vuestros santos mártires Jenaro y sus compañeros, haced, en vuestra bondad, que regocijándonos con sus méritos, sintamos inflamarse nuestra piedad ante el espectáculo de sus virtudes. Por J. C. N. S. Amén

VIERNES DE LA VIGÉSIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Tú, en cambio, hombre de Dios, practica la justicia
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 6, 2-12
Querido hermano: Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar.
Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras.
Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro.
Es verdad que la religión es una ganancia, cuando uno se contenta con poco.
Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de él.
Teniendo qué comer y qué vestir nos basta.
En cambio, los que buscan riquezas se enredan en mil tentaciones, se crean necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina.
Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.
Tú en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto, practica la justicia, la religión, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza.
Combate el buen combate de la fe.
Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.
Palabra de Dios

Salmo responsorial Sal 48, 6-7. 8-10. 17-18. 19-20.
V/. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.

V/. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.

V/. ¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y acechen los malvados que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas? R/.

V/. Nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate.
Es tan caro el rescate de la vida, que nunca les bastará.
para vivir perpetuamente, sin bajar a la fosa. R/.

V/. No te preocupes si se enriquece un hombre y aumenta el fasto de su casa: cuando muera, no se llevará nada, su fasto no bajará con él. R/.

V/. Aunque en vida se felicitaba: «Ponderan lo bien que lo pasa», irá a reunirse con sus antepasados, que no verán nunca la luz. R/.

EVANGELIO
Algunas mujeres acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor