Gocémonos, y saltemos de júbilo y demos gloria a Dios,
pues han llegado las bodas del Cordero y su
esposa se ha engalanado.
(Apocalipsis, 19, 7).
esposa se ha engalanado.
(Apocalipsis, 19, 7).
He aquí a la esposa del Cordero de Dios. Búrlase ella para conservar su cuerpo
y su corazón para su esposo Jesús, de las proposiciones y de las amenazas del
tirano. Los ángeles la acompañan a un lugar infame, y dan muerte al insolente
que quiere arrebatarle la honra; mas ella devuélvele la vida y lo convierte a
la fe. Se la echa al fuego, pero el fuego respeta a la tierna virgen y da
muerte a los verdugos. Condenada, finalmente, a ser decapitada, inclina la
cabeza y va al cielo a juntarse con su Esposo divino a quien prometiera
fidelidad.