jueves, 18 de julio de 2013

SAN ARNULFO DE METZ Obispo

18 de julio 
SAN ARNULFO DE METZ 
Obispo(643 d. C.)

   Arnulfo, que nació en el seno de una noble familia, y se distinguió por su saber y su piedad, fue llamado a la corte de Teodoberto II de Austrasia. Los cortesanos le admiraban por su prudencia en el consejo y por su valor en el campo de batalla, pues Arnulfo unía a las virtudes del cristiano las cualidades de un hombre de Estado. Contrajo matrimonio con una noble dama llamada Doda, de lo que tuvo dos hijos: Clodulfo y Ansegiselo. Al quedar viudo se casó en segundas nupcias con una hija de Pepino de Landen, de suerte que los reyes de la dinastía carolingia descendían de San Arnulfo.

   Ante el temor de perder su alma en el cuidado de las cosas de este mundo, Arnulfo determinó retirarse al monasterio de Lérins, pero no lo consiguió y, en cambio fue consagrado obispo de Metz, en el año 610. En su nuevo cargo siguió desempeñando un papel importante en los asuntos públicos, sin dejar por ello de cumplir escrupulosamente con sus deberes pastorales. Cuando murieron Teodoberto y su hermano Thierry, San Arnulfo y otros nobles colocaron en el trono de Austrasia a Clotario de Neustria quien, al cabo de diez años de reinado, dividió sus dominios, dejó el gobierno de Austrasia en manos de su hijo Dagoberto y nombró a San Arnulfo consejero principal suyo. Pero éste se abstuvo de desempeñar el oficio y se esforzó en cambio por obtener al fin, el tan deseado permiso de retirarse de la corte, por más que Dagoberto le amenazó al principio con cortarle la cabeza si lo hacía. El santo obispo renunció entonces al gobierno de su diócesis y se retiró, junto con su amigo San Romarico, a una ermita de los Vosgos, que se convirtió más tarde en el monasterio de Remiremont. Ahí murió San Arnulfo.

   En Acta Sanctorum, julio, vol. IV, se hallarán prácticamente todos los documentos de importancia. B. Krusch reeditó una biografía latina escrita por un contemporáneo del santo, en MGH., Scriptores Merov, vol. II, pp. 426-446. Acerca de las genealogías, cf. Salet, en Mélanges Léonce Couture,pp. 77-95. Véanse también los artículos de J. Depoin en Revue Mabillon, vols. XI y XII.



JUEVES DE LA DECIMOQUINTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Soy el que soy. «Yo soy» me envía vosotros
Lectura del libro del Éxodo 3, 13-20
En aquellos días, Moisés, después de oír la voz del Señor desde la zarza ardiendo, le replicó:
–Mira, yo iré a los israelitas y les diré: el, Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan cómo se llama este Dios, ¿qué les respondo?
Dios dijo a Moisés:
–«Soy el que soy». Esto dirás a los israelitas: «Yo–soy» me envía a vosotros.
Dios añadió:
–Esto dirás a los israelitas: el Señor Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación.
Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: El Señor Dios de vuestros padres se me ha aparecido, el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, y me ha dicho: os estoy observando a vosotros y cómo os tratan en Egipto. He decidido sacaros de la opresión egipcia y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel.
Ellos te harán caso; y tú, con los ancianos de Israel, te presentarás al rey de Egipto y le dirás: El Señor Dios de los hebreos nos ha encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.
Yo sé que el rey de Egipto no os dejará marchar ni a la fuerza, pero yo extenderé la mano, heriré a Egipto con prodigios que haré en medio de él, y entonces os dejará marchar.
Palabra del Señor.

Salmo responsorial Sal 104, 1 y 5. 8-9. 24-25. 26-27
R.  El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
O bien:
      Aleluya.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R.
Dios hizo a su pueblo muy fecundo,
más poderoso que sus enemigos.
A éstos les cambió el corazón
para que odiasen a su pueblo,
y usaran malas artes con sus siervos. R.
Pero envió a Moisés su siervo,
y a Aarón su escogido:
que hicieron contra ellos sus signos,
prodigios en la tierra de Cam. R.

EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó:
–Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Palabra del Señor.