sábado, 6 de junio de 2015

SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

PRIMERA LECTURA
Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros

Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8

En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:
—«Haremos todo lo que dice el Señor.»
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
—«Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.»
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
—«Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 115,12-13.15 y 16bc. 17-18 (R/.:13)
R/. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.
O bien:
Aleluya.

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R/.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R/.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/.

SEGUNDA LECTURA
La sangre de Cristo podrá purificar nuestra conciencia

Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-15

Hermanos:
Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios.

Aleluya Jn 6, 51
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
—dice el Señor-;
el que coma de este pan
vivirá para siempre.

EVANGELIO
Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre

Lectura del santo evangelio según san Marcos 14, 12-16. 22-26

El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
—«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
—«Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?"
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
—«Tomad, esto es mi cuerpo.»
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron.
Y les dijo:
—«Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»
Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA NOVENA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Vuelvo al que me envió. Vosotros bendecid al Señor

Lectura del libro de Tobías 12, 1. 5-15. 20

En aquellos días, Tobías llamó a su hijo y le dijo: —¿Qué podríamos darle a este santo varón que ha venido contigo ?
Le llamaron aparte, padre e hijo, y le rogaron que aceptara la mitad de todo lo que habían traído.
Y él les dijo en secreto: «Bendecid al Dios del cielo y proclamadle ante todos los vivientes, porque ha sido misericordioso con vosotros.
Es bueno guardar el secreto del rey, y es un honor revelar y proclamar las obras de Dios.
Buena es la oración con el ayuno.
Mejor es hacer limosna que atesorar dinero: porque la limosna libra de la muerte y limpia de pecado, alcanza la misericordia y la vida eterna.
Los que cometen pecados y maldades son enemigos de sí mismos.
Os diré toda la verdad, no os ocultaré ningún hecho: Cuando tú orabas con lágrimas y dabas sepultura a los muertos;
cuando dejabas la comida, para esconder de día los muertos en tu casa y sepultarlos de noche, yo presentaba tu oración al Señor.
Eras agradable al Señor, por eso tuviste que pasar por la prueba.
Ahora el Señor me ha enviado para que te cure y libre del demonio a Sara, la mujer de tu hijo.
Yo soy el ángel Rafael, uno de los siete que estamos en presencia del Señor.
Pero ya es hora de que regrese al que me envió.
Vosotros, bendecid al Señor y divulgad sus obras maravillosas»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Tob 13, 2. 6. 7. 8

V/. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
R/. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
V/. El azota y se compadece, hunde hasta el abismo y saca de él, y no hay quien escape de su mano. R/.
V/. Veréis lo que hará con vosotros, le daréis gracias a boca llena, bendeciréis al Señor de la justicia y ensalzaréis al Rey de los siglos. R/.
V/. Yo le doy gracias en mi cautiverio, anuncio su grandeza y su poder a un pueblo pecador. R/.
V/. Convertíos, pecadores, obrad rectamente en su presencia: quizá os mostrará benevolencia y tendrá compasión. R/.



EVANGELIO
Esa pobre viuda ha echado más que nadie

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y les decía: ¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos.
Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales.
Llamando a su discípulos, les dijo: Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie.
Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.
Palabra del Señor.