12 de febrero
SANTA EULALIA,*
Virgen y Mártir
Virgen y Mártir
Nosotros no ponemos la mira en las cosas
visibles,
sino en las invisibles. Porque las que se ven, son
transitorias; mas las que no se ven, son eternas.
(2 Cor. 4, 18).
transitorias; mas las que no se ven, son eternas.
(2 Cor. 4, 18).
Santa Eulalia, cuando apenas contaba 14 años, fue sometida al tormento del potro, a los azotes, a las uñas de hierro, al fuego, a la cal viva y al plomo derretido. Ella sufre impávida los tormentos: "Dios, dice, está conmigo". No considera a los verdugos que la atormentan, sino a Jesucristo que la consuela; no presta atención a los suplicios que soporta, sino a la recompensa que espera de Dios que es el espectador de su martirio. Expira invocando a Jesucristo, y su alma emprende vuelo hacia lo alto en forma de paloma.