miércoles, 14 de agosto de 2024

14 agosto, después de la hora nona. Misa de la vigilia de la solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María

MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA

PRIMERA LECTURA
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado

Lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2

En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas.
Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor.
David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos.
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 131, 6-7. 9-10. 13-14 (R.: 8)
R. Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder.
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el Soto de Jaar: entremos en su morada, postrémonos ante el estrado de sus pies. R.
Que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles vitoreen. Por amor a tu siervo David, no niegues audiencia a tu Ungido. R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: «Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.

SEGUNDA LECTURA
Nos da la victoria por Jesucristo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 54-57

Hermanos:
Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?»
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la Ley.
¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
Palabra de Dios.

Aleluya Lc 11, 28
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

EVANGELIO
Dichoso el vientre que te llevó

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo:
-«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso:
-«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Palabra del Señor.

San MAXIMILIANO KOLBE



SAN EUSEBIO, Confesor

14 de agosto
SAN EUSEBIO, 
Confesor


Mirad qué amor nos ha testimoniado
el Padre, concediendo que nos llamemos
hijos de Dios,
¡Y que lo seamos!
(1 Juan, 3, 1).
   
   San Eusebio, presbítero romano, resistió valientemente a los arrianos. Para castigarlo por su fidelidad a Dios, el emperador Constancio lo hizo encerrar en una cárcel tan estrecha que apenas podía moverse en ella. Desde el fondo de su mazmorra, elevó al Cielo su corazón, rogando salir pronto de este destierro. Lo escuchó el Señor y lo llamó después de siete meses de prisión. Sobre su tumba se escribió este epitafio: Aquí yace Eusebio, varón de Dios. 

14 MIÉRCOLES DE LA DECIMONOVENA SEMANA, hasta la hora nona

PRIMERA LECTURA
La marca en la frente de los que gimen afligidos por las abominaciones de Jerusalén
Lectura del Profeta Ezequiel 9, 1-7; 10, 18-22
Oí al Señor llamar en voz alta: Acercaos, verdugos de la ciudad, empuñando cada uno su arma mortal.
Entonces aparecieron seis hombres por el camino de la puerta de arriba, la que da al norte, empuñando mazas.
En medio de ellos, un hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura.
Al llegar se detuvieron junto al altar de bronce.
La Gloria del Dios de Israel se había levantado del Querubín en que se apoyaba, yendo a ponerse en el umbral del templo.
Llamó al hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura, y le dijo el Señor: Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén, y marca en la frente a los que gimen afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.
A los otros les dijo en mi presencia: Recorred la ciudad detrás de él, golpeando sin compasión y sin piedad.
A viejos mozos y muchachas,
a niños y mujeres, matadlos, acabad con ellos; pero a ninguno de los marcados lo toquéis.
Empezad por mi santuario.
Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo.
Luego les dijo: Profanad el templo, llenando sus atrios de cadáveres, y salid a matar por la ciudad.
Luego la Gloria del Señor salió levantándose del umbral del templo y se colocó sobre los querubines.
Vi a los querubines levantar las alas, remontarse del suelo sin separarse de las ruedas y salir.
Y se detuvo junto a la puerta oriental de la casa del Señor; mientras tanto la Gloria del Dios de Israel sobresalía por encima de ellos.
Eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel a orillas del río Quebar, y me di cuenta de que eran querubines.
Tenían cuatro rostros y cuatro alas cada uno, y una especie de brazos humanos debajo de las alas, y su fisonomía era la de los rostros que yo había contemplado a orillas del río Quebar.
Caminaban de frente.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6
V/. La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.
R/. La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.

V/. Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor ahora y por siempre. R/.

V/. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. R/.

V/. ¿Quién como el Señor Dios nuestro que se eleva en su trono, y se abaja para mirar al cielo y a la tierra. R/.



EVANGELIO

Si te hace caso, has salvado a tu hermano
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos.
Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos.
Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo.
Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Palabra del Señor.