28 de abril
Confesor
Para que llegue el Reino de Jesús,
debe llegar primero el Reino de Maria
debe llegar primero el Reino de Maria
Si no arriesgamos nada por Dios,
nunca haremos por El, algo que valga la pena
nunca haremos por El, algo que valga la pena
Una de las razones principales por las que
el Espíritu Santo no realiza obras maravillosas
en las almas es que no encuentra en ellas
unión suficientemente estrecha con su fiel e
indisoluble esposa, la Virgen Maria...
el Espíritu Santo no realiza obras maravillosas
en las almas es que no encuentra en ellas
unión suficientemente estrecha con su fiel e
indisoluble esposa, la Virgen Maria...
Nació de padres cristianos en Montfort
(Bretaña francesa) el año 1673. Fue el segundo de dieciocho hermanos. Su padre
era muy autoritario y de un temperamento un tanto brusco. Quizá de él heredó
nuestro Santo este mismo temperamento contra el que luchó durante toda su vida.
Al no poderle educar su madre, le confió
para que lo alimentara y formara en los principios de la fe a una señora muy
buena cristiana que, dejó huellas también muy hondas en el espíritu del
santo.
Fue enviado al colegio de los padres
jesuitas de Rennes donde pasó ocho años entregado a los estudios de
humanidades. Aquí trabó gran amistad con los padres carmelitas de esta ciudad
que gozaban en aquel entonces de una bien merecida fama de santidad y de
profunda y filial devoción a la Virgen María. Entre aquellos religiosos
carmelitas que pertenecían a la célebre reforma Turonense, aprendió sin duda la
doctrina que después extendería y haría famosa en la Iglesia de hacerlo todo En
María, Con María, Por María y Para María.