lunes, 18 de junio de 2012

DÍA 22 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR LA CRISTIANA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS



MEDITACIÓN PARA CADA DÍA
  DÍA 22
PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, 
 POR LA CRISTIANA EDUCACIÓN 
 
  DE LOS NIÑOS Y NIÑAS

I

   Son los niños y niñas las flores tempranas del jardín de Cristo y la porción predilecta de su amantísimo Corazón. Jesucristo en su vida mortal manifestó por la niñez singular preferencia. Un pasaje del Santo Evangelio nos pinta al Salvador llamando en torno de sí esas tiernas primicias de su rebaño, y prodigándoles dulces agasajos y recomendándolas a los cuidados y solicitud de los Apóstoles. La Iglesia, heredera del Divino Maestro, no se muestra menos celosa en esta maternal predilección.

   Pero ¡ay!, Satanás muestra también decidido empeño en apoderarse de esos tiernos corazones, y el mundo le secunda, y muchos padres le favorecen de un modo espantoso en esta obra infernal de robárselos a Dios. ¡El síntoma más horrible de nuestros desventurados tiempos es la corrupción de la niñez! Roguemos, pues, hoy, por los niños al Sagrado Corazón.

   Salvad, ¡oh Jesús mío!, de la peste del siglo a esas pobrecitas almas, apenas salidas de las aguas de vuestro Bautismo y ya enlodadas quizás por la cenagosa corriente de la corrupción. Conservad en sus corazones la posesión completa que os tomasteis de ellos cuando por aquel Sacramento los redimisteis de las garras de Satanás. ¡Mirad, Divino Jesús, cómo están hoy ajadas y tronchadas las más bellas flores de vuestro vergel!

   ¡Oh dulce Jesús, bondadoso amigo de los niños y niñas!, os pedimos hoy con lágrimas en los ojos por esas prendas que el demonio procura robar a vuestro Corazón.

   Medítese unos minutos.

II

   ¡A quién no entristece ver en poder del infierno a tantas almas tiernas, que debieran ser el bello adorno y la más preciada esperanza del Catolicismo! Unas sumidas en las tinieblas de la infidelidad en países no cristianos, otras entregadas a la educación perversa en escuelas impías, otras presenciando cada día ejemplos corruptores en aquellos mismos, que por el bien, debieran ser su espejo y su luz. ¡Cuántos de esos niños y niñas llevan a la primera Comunión el alma ya embrutecida por el vicio! ¡Cuántos después de esta toma de posesión que verifica en ellos el Hijo de Dios, lo lanzan inmediatamente de su corazón para alzar en él el trono de su enemigo! ¡Y cuántos quedarán en poder de este enemigo la mayor parte de la vida y cuántos eternamente!

   ¡Oh dulce Corazón de Jesús! Bien merecen estas víctimas de la astucia infernal, las súplicas más fervientes de vuestros devotos. Os rogamos, pues, por este plantel predilecto que ha de ser mañana vuestra cosecha. ¡No lo sea del infierno, piadosísimo Jesús! Hacedla vuestra, libradla de los lazos que se le tienden, de los falsos maestros, de los malos padres, de las lecturas perversas, de los amigos de la perdición. Sed Vos guarda de su candor, guía de sus pasos, dulce objeto de sus primeras aficiones; atraedlos y enamoradlos, rendidlos con el suavísimo hechizo de vuestro amor, clavad en ellos el sello de vuestro perpetuo dominio, y sea este completo en ellos toda la vida, traspase la muerte y dure por toda la eternidad.

   Medítese, y pídase la gracia particular.

Oración y Acto de Consagración

DÍA 21 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR LA RESTAURACIÓN DE LA FAMILIA CRISTIANA



MEDITACIÓN PARA CADA DÍA
  DÍA 21
PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, 
 POR LA RESTAURACIÓN 
 
  DE LA FAMILIA CRISTIANA

I
   Adonde el infierno dirige con más ahinco sus ataques es a la sociedad doméstica. Lograr que desaparezca Jesucristo de la familia, he aquí el blanco de sus deseos. Y, ¡ay Dios! ¡cómo se va logrando en muchas partes este espantoso deseo de Satanás! Apenas se encuentra ya en algunos pueblos la familia verdaderamente cristiana. Ciertos padres y madres de hoy parecen haber desterrado a la Religión de su hogar, según tienen olvidadas allí todas las prácticas de ella. Apenas se reza, y en familia, apenas se oye en ella el nombre de Dios. Toda la importancia se da al interés, a la vanidad, al lujo exagerado, a las culpables diversiones.

   ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Haceos cargo también de esta necesidad y acudid a remediarla. Haced vuestras otra vez estas casas, de donde parece haberos lanzado el demonio vuestro enemigo. Volved a reinar ¡oh Señor! en nuestros hogares, como en otros templos consagrados a Vos. Unid a vuestro Divino Corazón los corazones de los padres y de los hijos, que hoy tienen miserablemente divididos la disipación y el egoísmo.

   ¡Oh Sagrado Corazón! Os pedimos hoy más fervorosamente por esta necesidad, una de las más tristes de nuestros días. 

   Medítese unos minutos.
II
   ¡Cuán distinta sería la faz del mundo si volviese a reinar en la familia cristiana el Sagrado Corazón de Jesús! ¡Cual fuera la prudencia de los padres, cual el respeto de los hijos, cual la fidelidad de los esposos, cual el amor de los hermanos! Cada casa cristiana sería un vivo trasunto de la Sagrada Familia de Nazaret.

   Hoy no reina en muchas de ellas Dios; pero reinan en cambio el egoísmo, la desconfianza, la relajación de los vínculos más sagrados. ¡Oh Corazón de Jesús! ¿Es esta la familia cristiana como Vos la queréis? ¡Ah! No. Es como la quiere el demonio, enemigo de vuestro nombre y de nuestras almas. Quitadle, pues, ¡oh Divino Jesús! este señorío a Satanás; recobradlo Vos para no perderlo ya nunca. Sed Vos en la familia el centro de unión, norma de conducta; den los padres buen ejemplo y sano consejo; muestren los hijos obediencia y docilidad; esmérense todos en el cumplimiento de vuestra ley y en el respeto a vuestra Iglesia.

   ¡Oh Señor! Sed Vos el verdadero Padre de familias, de todas éstas acá en la tierra, para que juntas formen un día con Vos, la dichosísima familia del cielo.

   Medítese, y pídase la gracia particular.



Oración y Acto de Consagración

DÍA 20 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR EL CLERO Y LAS ÓRDENES RELIGIOSAS



MEDITACIÓN PARA CADA DÍA

¡Señor! Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor! enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.


  DÍA 20
PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, 
 POR EL CLERO 
 
  Y LAS ÓRDENES RELIGIOSAS

I
   Si el Papa es la cabeza del cuerpo de la Iglesia, el Clero y las Ordenes religiosas son sus brazos. De ellos se sirve para obrar el bien y promover el servicio de Dios: por esto son tan aborrecidos de la impiedad, los sacerdotes y religiosos, que a toda hora anda ella procurando o destruirlos o corromperlos. Dediquemos, pues, hermanos míos este día de hoy a rogar por tan importante necesidad.

   Pidamos al Sagrado Corazón encienda y abrase en celo y caridad el alma de sus sacerdotes y religiosos y religiosas, para que por su medio gane cada día terreno el reino de Dios sobre la tierra, y se conquisten nuevas almas para la gloria celestial. Que sea en ellos, perfecta la observancia de las leyes eclesiásticas, que brillen en el pueblo por la pureza de las costumbres, por el desinterés, la obediencia, la humildad y el espíritu de sacrificio.

   ¡Oh Corazón de Jesús! ¡Ved cómo está el mundo, y la necesidad que hay de que trabajen buenos obreros en él! ¡Oh Padre de familias, mandad buenos trabajadores a vuestra Viña. Hacedlo, Corazón Divino, por vuestra gloria y por la salvación de tantas almas que habéis confiado a la dirección de vuestros ministros. 

   Os lo suplicamos muy especialmente, Corazón Divino, en este día de vuestro devoto Mes.

   Medítese unos minutos.
II
   Cuales sean los sacerdotes y las Casas religiosas, tales serán los seglares que viven a su alrededor. ¡Ay del pueblo donde reina hasta en los ministros del santuario, el desorden o siquiera la negligencia! ¡Cuánto no debe, pues, interesarnos ante el Sagrado Corazón esta necesidad!

   ¡Oh Corazón Divino! Dad celosos pastores a vuestras ovejas, ardientes pregoneros a vuestra palabra, fieles dispensadores a vuestros Sacramentos. Avivad en las almas que en los Institutos religiosos os habéis escogido como especial porción vuestra, y que más estrechamente os han ligado por medio de los votos, el espíritu de oración, la vida mortificada, el reconocimiento interior, la ejemplar observancia.
¡Señor! Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor! enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.

¡Señor! Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor! enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.

   Medítese, y pídase la gracia particular.


Oración y Acto de Consagración

DÍA 19 PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR NUESTRO SANTÍSIMO PADRE EL PAPA


MEDITACIÓN PARA CADA DÍA
  DÍA 19
PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, 
 POR NUESTRO SANTÍSIMO 
 
  PADRE EL PAPA

I
   Hemos llegado ya, ¡oh devotos del Sagrado Corazón! a la última novena de este su piadoso Mes. Hora es ya que pensemos en dirigirnos a El con nuestro fervor, para rogarle en estos últimos días por las necesidades más urgentes de la sociedad humana. Por las nuestras particulares hemos rogado, cada día y podemos seguir haciéndolo en el fondo de nuestro corazón. Por estas otras, debe ser pública y común, nuestra oración, como son ellas públicas y comunes. Dediquemos, pues, el día de hoy a rogar al Sagrado Corazón por nuestro Santísimo Padre el Romano Pontífice. Y ¿por cuál podríamos ofrecer con preferencia nuestra más eficaz oración? Es el Papa el centro de toda la vida católica sobre la faz de la tierra base de su edificio, cabeza visible del cuerpo espiritual de que es Cristo cabeza invisible.

   Es, por lo mismo, el objetivo privilegiado de las más rabiosas iras del infierno. Alrededor de su trono rugen con sin igual furor todas las tempestades de la impiedad. Ora fieros y desembozados, le dirigen brutales amenazas sus enemigos; ora pérfidos y capciosos, le tienden astutas amenazas.

   ¿Y habrá quien se tenga por hijo fiel de la Iglesia y deje solo a su Padre  y Pastor en esos tremendos combates y ¿Habrá quien no acuda al Sagrado Corazón por esta primera y más urgente necesidad de nuestros días?

   ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Cubrid con vuestro escudo de protección  a este Vicario vuestro, el primero de vuestros hijos, a quien habéis constituido en la tierra como Padre y Pastor de nuestras almas en lugar de Vos. Asistidle, defendedle, sacadlo vencedor   de sus constantes enemigos. Lo son vuestros, los suyos, y cuando contra él se pelea, se pelea contra Vos.

   ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Por nuestro venerable Pontífice, sed siempre, y en especial durante este mes, abogado y medianero nuestro ante el Padre Celestial!

   Medítese unos minutos.
II
   De todos los deberes del buen católico, el deber de rogar por el Papa es, sin duda, el primero y principal. ¿Qué familia hay en la cual los hijos no se crean obligados a prestar toda clase de auxilios al padre de ella? Aquí la gran familia es el Catolicismo, y el gran padre de ella es el Romano Pontífice; nosotros somos sus individuos, y los auxilios principales que necesita son los de nuestra fervorosa y constante adhesión.

   Es cierto que quizá nos hemos portado como extraños o indiferentes? ¿Estamos seguros de haber cumplido siempre la obligación de buenos hijos? ¡Ah! tal vez habrá motivo para que se nos acuse sobre esto en el tribunal de Dios. No queramos, pues, permanecer ya en nuestra frialdad y olvido.

   ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Este será mi grito constante en vuestra presencia: ¡Salvad al Papa! ¡Conceded el triunfo al Papa! Dad autoridad y fuerza a sus palabras; hacédselas respetar a ese mundo indócil a su voz; hacednos sobre todo a nosotros obedientes y sumisos a sus enseñanzas. Sean confundidos y disipados los que le quieren mal: vuelvan en sí los que han extraviado la evolución con sus doctrinas; tornen solícitas al amoroso Pastor las ovejas que se han apartado de su rebaño.

   ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Por los méritos de vuestra cruz, por el valor infinito de esta sangre, por los azotes y espinas de vuestra cruelísima Pasión, dadle a vuestro Vicario sobre la tierra lo que por él os pedimos en el día de hoy.

   Medítese, y pídase la gracia particular.

Oración y Acto de Consagración

LUNES DE LA UNDÉCIMA SEMANA




PRIMERA LECTURA
Nabot ha muerto apedreado
Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16
Nabot el de Yezrael tenía una viña pegando al palacio de Ajab, rey de Samaría. Ajab le propuso:
–Dame la viña para hacerme yo una huerta, ya que está cerca, pegando a mi casa – yo te daré en cambio una viña mejor, o, si prefieres, te pago en dinero.
Nabot le respondió:
–¡Dios me libre de cederte la heredad de mis padres!
Ajab marchó a casa malhumorado y enfurecido por la respuesta de Nabot el de Yezrael, aquello de: «No te cederé la heredad de mis padres».
Se tumbó en la cama, volvió la cara y no quiso probar alimento.
Su esposa Jezabel se le acercó y le dijo:
–¿Por qué estás de mal humor y no quieres probar alimento?
El contestó:
–Es que hablé a Nabot el de Yezrael y le propuse: «Véndeme la viña, o, si prefieres, te la cambio por otra». Y me dice: «No te doy mi viña».
Entonces Jezabel dijo:
–¿Y eres tú el que manda en Israel? ¡Arriba! A comer, que te sentará bien. ¡Yo te daré la viña de Nabot el de Yezrael!
Escribió unas cartas en nombre de Ajab, las selló con el sello del rey y las envió a los ancianos y notables de la ciudad, paisanos de Nabot.
Las cartas decían:
«Proclamad un ayuno y sentad a Nabot en primera fila. Sentad en frente a dos canallas que depongan contra él: ¡Has maldecido a Dios y al rey! Lo sacáis afuera y lo apedreáis hasta que muera».
Los paisanos de Nabot, los ancianos y notables que vivían en la ciudad, hicieron tal como les decía Jezabel, tal como estaba escrito en las cartas que habían recibido. Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot en primera fila; llegaron dos canallas, se le sentaron en frente y testificaron contra Nabot públicamente:
–Nabot ha maldecido a Dios y al rey.
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió.
Entonces informaron a Jezabel:
–Nabot ha muerto apedreado.
En cuanto oyó Jezabel que Nabot había muerto apedreado, dijo a Ajab:
–Hala, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, que no quiso vendértela. Nabot ya no vive, ha muerto.
En cuanto oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a tomar posesión de la viña de Nabot el de Yezrael.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 5, 2-3. 5-6. 7
R.  Atiende a mis gemidos, Señor.
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de socorro,
Rey mío y Dios mío. R.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor. R.

EVANGELIO
Yo os digo: No hagáis frente al que os agravia
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 38-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente». Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehuyas.
Palabra del Señor.