MEDITACIÓN PARA CADA DÍA
¡Señor! Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor! enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.
DÍA 20
PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR EL CLERO Y LAS ÓRDENES RELIGIOSAS
I
Si el Papa es la cabeza del cuerpo de
la Iglesia, el Clero y las Ordenes religiosas son sus brazos. De ellos se
sirve para obrar el bien y promover el servicio de Dios: por esto son tan
aborrecidos de la impiedad, los sacerdotes y religiosos, que a toda hora anda
ella procurando o destruirlos o corromperlos. Dediquemos, pues, hermanos míos
este día de hoy a rogar por tan importante necesidad.
Pidamos al Sagrado Corazón encienda y
abrase en celo y caridad el alma de sus sacerdotes y religiosos y religiosas,
para que por su medio gane cada día terreno el reino de Dios sobre la tierra,
y se conquisten nuevas almas para la gloria celestial. Que sea en ellos,
perfecta la observancia de las leyes eclesiásticas, que brillen en el pueblo
por la pureza de las costumbres, por el desinterés, la obediencia, la
humildad y el espíritu de sacrificio.
¡Oh Corazón de Jesús! ¡Ved cómo está el
mundo, y la necesidad que hay de que trabajen buenos obreros en él! ¡Oh Padre
de familias, mandad buenos trabajadores a vuestra Viña. Hacedlo, Corazón
Divino, por vuestra gloria y por la salvación de tantas almas que habéis
confiado a la dirección de vuestros ministros.
Os lo suplicamos muy especialmente,
Corazón Divino, en este día de vuestro devoto Mes.
Medítese
unos minutos.
II
Cuales sean los sacerdotes y las Casas
religiosas, tales serán los seglares que viven a su alrededor. ¡Ay del pueblo
donde reina hasta en los ministros del santuario, el desorden o siquiera la
negligencia! ¡Cuánto no debe, pues, interesarnos ante el Sagrado Corazón esta
necesidad!
¡Oh Corazón Divino! Dad celosos
pastores a vuestras ovejas, ardientes pregoneros a vuestra palabra, fieles
dispensadores a vuestros Sacramentos. Avivad en las almas que en los
Institutos religiosos os habéis escogido como especial porción vuestra, y que
más estrechamente os han ligado por medio de los votos, el espíritu de
oración, la vida mortificada, el reconocimiento interior, la ejemplar
observancia.
¡Señor! Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor! enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.
¡Señor!
Vos lo habéis dicho: "Un poco de levadura hace fermentar luego toda la
masa". Y ¿quiénes son la levadura de vuestro pueblo, sino estas almas que
os habéis escogido de la masa común de él? Enviad santos religiosos, ¡oh Señor!
enviad almas de superior perfección, y se transformará el mundo.
Medítese, y
pídase la gracia particular.
Oración y Acto de Consagración
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