Novena al Niño Jesús - Niño Dios
Día sexto Diciembre 21
Consideración
Consideración
Jesús había
sido concebido en Nazaret, domicilio de José y de María y allí era de creerse
que había de nacer, según todas las probabilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera, y
los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de
David. Para que se cumpliese esta predicción, Dios se sirvió de un medio que no
parecía tener ninguna relación con este objeto, a saber, la orden dada por el
Emperador Augusto de que todos los súbditos del Imperio Romano se empadronasen
en el lugar de donde eran originarios. María y José, como descendientes que
eran de David, no estaban dispensados de ir a Belén; y ni la situación de la
Virgen Santísima, ni la necesidad en que estaba José del trabajo diario que les
aseguraba su subsistencia, pudo eximirlos de este largo y penoso viaje, en la
estación más rigurosa del año.
No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer y así inspira a sus padres que se entreguen a la Providencia y que de esta manera concurran inconscientemente a la ejecución de sus designios. Almas interiores: observad este manejo del Divino Niño porque es el más importante de la vida espiritual; aprended que quien se ha entregado a Dios, ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer a cada instante sino lo que Dios quiera para él, siguiéndole ciegamente, aún en las cosas exteriores, tales como el cambio de lugar, donde quiera que le plazca conducirle. Ocasión tendréis de observar esta dependencia y esta fidelidad inviolable en toda la vida de Jesucristo, y este es el punto sobre el cual se han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer y así inspira a sus padres que se entreguen a la Providencia y que de esta manera concurran inconscientemente a la ejecución de sus designios. Almas interiores: observad este manejo del Divino Niño porque es el más importante de la vida espiritual; aprended que quien se ha entregado a Dios, ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer a cada instante sino lo que Dios quiera para él, siguiéndole ciegamente, aún en las cosas exteriores, tales como el cambio de lugar, donde quiera que le plazca conducirle. Ocasión tendréis de observar esta dependencia y esta fidelidad inviolable en toda la vida de Jesucristo, y este es el punto sobre el cual se han esmerado en imitarle los santos y las almas verdaderamente interiores, renunciando absolutamente a su propia voluntad.
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS