jueves, 12 de enero de 2012

SAN ARCADIO



12 de enero
SAN ARCADIO,
*
Mártir

Si con Él padecemos y reinaremos también con Él;
si lo negáremos, Él nos negará igualmente.
(2 Timoteo, 2, 12).
   San Arcadio se retiró a la soledad durante la persecución, mas no lo hizo sino para adquirir en ella fuerzas a fin de combatir con mayor coraje. Presentóse al tirano. Fue cortado en pedazos, pero los suplicios le resultaron dulces, porque lo hacían semejante a Jesucristo en la tierra, y le aseguraban su dicha en el cielo.
  MEDITACIÓN
SOBRE LOS SUFRIMIENTOS
   I. Pecador, es preciso sufrir en esta vida para no sufrir en la otra; es menester que borres tus delitos con tus trabajos, tus lágrimas y tu sangre: no hay otro medio para que vuelvas a gozar del favor de Dios. Él te envía sufrimientos: recíbelos como remedios para las enfermedades de tu alma. Siempre quieres pecar, y no quieres hacer penitencia: ten cuidado, te encuentras en un estado peligroso. Es necesario satisfacer a Dios en este mundo o en el otro. Elige.
   II. Pecadores convertidos, que habéis tenido la felicidad de reconciliaros con Dios, no os creáis que ya podéis dejar de llorar vuestros pecados y cesar de sufrir para borrarlos. Aun cuando se os hubiera re velado, como a Magdalena, que vuestros pecados han sido perdonados, menester sería, sin embargo, hacer como ella penitencia, todo el resto de vuestros días. Temblad, llorad siempre, pues no sabéis si sois dig nos de odio o de amor de Dios. Aunque no hubierais cometido sino un solo pecado, sería suficiente como para obligaros a llorar eternamente.
   III. Almas santas que aspiráis a la perfección, aun cuando fueseis arrebatadas todos los días hasta el tercer cielo, como San Pablo, no os creáis por eso dispensadas de hacer penitencia. Vuestras contemplaciones haríanse sospechosas, si no van acompaña das del amor a los sufrimientos. Si amáis sólida mente a Jesús, querréis asemejaras a Él sufriendo con Él. Tendréis motivo para esperar la gloria de Jesucristo, si participáis en los dolores de su pasión.
La paciencia
Orad por vuestros enemigos.
ORACIÓN
      Os suplicamos, oh Dios omnipotente, que hagáis que por la intercesión del bienaventurado Arcadio, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, seamos fortificados en el amor de vuestro Nombre.  Por N. S. J. C. Amén


JUEVES DE LA PRIMERA SEMANA


 




PRIMERA LECTURA


Derrotaron a los israelitas y el Arca de Dios fue capturada

Lectura del primer libro de Samuel 4, 1-11


Por entonces se reunieron los filisteos para atacar a Israel. Los israelitas salieron a enfrentarse con ellos y acamparon junto a Piedrayuda, mientras que los filisteos acampaban en El Cerco.

Los filisteos formaron en orden de batalla frente a Israel.

Entablada la lucha, Israel fue derrotado por los filisteos; de sus filas murieron en el campo unos cuatro mil hombres.

La tropa volvió al campamento, y los ancianos de Israel deliberaron:

–¿Por qué el Señor nos ha hecho sufrir hoy una derrota a manos de los filisteos? Vamos a Siló, a traer el Arca de la Alianza del Señor, para que esté entre nosotros y nos salve del poder enemigo.

Mandaron gente a Siló, a por el Arca de la Alianza del Señor de los Ejércitos entronizado sobre Querubines. Los dos hijos de Elí, Jofhí y Fineés, fueron con el Arca de la Alianza de Dios.

Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel lanzó a pleno pulmón el alarido de guerra, y la tierra retembló.

Al oír los filisteos el estruendo del alarido, se preguntaron:

–¿Qué significa ese alarido que retumba en el campamento hebreo?

Entonces se enteraron de que el Arca del Señor había llegado al campamento, y, muertos de miedo, decían:

–¡Ha llegado su dios al campamento! ¡Ay de nosotros! Es la primera vez que nos pasa esto. ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos, los dioses que hirieron a Egipto con toda clase de calamidades y epidemias? ¡Valor, filisteos! Sed hombres, y no seréis esclavos de los hebreos como lo han sido ellos de nosotros. ¡Sed hombres, y al ataque!

Los filisteos se lanzaron a la lucha y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada.

Fue una derrota tremenda: cayeron treinta mil de la infantería israelita.

El Arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, murieron.



Palabra de Dios.



Salmo responsorial Sal 43, 10-11. 14-15. 24-25


R.  Redímenos, Señor, por tu misericordia.

Ahora nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea. R.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean.
Nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones. R.

Despierta, Señor, ¿por qué duermes?
levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro
y olvidas nuestra desgracia y opresión? R.



EVANGELIO

La lepra se le quitó y quedó limpio


+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:

–Si quieres, puedes limpiarme.

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo:

–Quiero: queda limpio.

La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.

El lo despidió, encargándole severamente:

–No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.

Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor.