miércoles, 7 de agosto de 2024

SAN CAYETANO, Confesor

7 de agosto
SAN CAYETANO,
Confesor
No os inquietéis, diciendo: ¿Qué comeremos?
como hacen los paganos;  o ¿qué beberemos?
 o ¿con qué nos cubriremos?, que bien sabe vuestro Padre
la necesidad que de estas cosas tenéis.
(Mateo,, 6, 31-32).
  
   San Cayetano, nacido en Vicenza, llamó la atención desde su infancia por una inocencia tan grande de costumbres, que se le llamaba el Santo. Como supiera que el Papa Julio II quería elevarlo a las dignidades eclesiásticas, dejó la corte de Roma y fundó una Orden de Clérigos Regulares, llamados Teatinos, a los cuales estableció como regla que nada poseyesen, ni pidiesen, y que viviesen únicamente de las limosnas espontáneamente ofrecidas por los fieles. Se consagró a Dios con Pedro Caraffa, mediante votos solemnes. Pedro Caraffa, obispo de Teati, fue después elegido Papa con el nombre de Pablo IV. San Cayetano murió siendo superior de su Orden, en Nápoles, el 7 de agosto de 1547.

MIÉRCOLES DE LA DECIMOCTAVA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Con amor eterno te amé

Lectura del Profeta Jeremías 31, 1-7

En aquel tiempo—oráculo del Señor—, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo.
Así dice el Señor: Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos.
Con amor eterno te amé, por eso prolongué mi misericordia.

Todavía te construiré, y serás reconstruida, Doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaría, y los que plantan cosecharán.
«Es de día» gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: Levantaos y marchemos a Sión, al Señor nuestro Dios.
Porque así dice el Señor: Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el amor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Jer 31. 10. 11-12ab. 13.
V/. El Señor nos guardará como pastor a su rebaño.
R/. El Señor nos guardará como pastor a su rebaño.

V/. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como pastor a su rebaño». R/.

V/. Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

V/. Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas. R/.



EVANGELIO
Mujer, qué grande es tu fe

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: Ten compasión de mi, Señor, Hijo de David.
Mi hija tiene un demonio muy malo.
El no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: Atiéndela, que viene detrás gritando.
El les contestó: Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: Señor, socórreme.
El le contestó: No está bien echar a los perros el pan de los hijos.
Pero ella repuso: Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.
Jesús le respondió: Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor.