martes, 9 de julio de 2024

NTRA. SRA. DE CHIQUINQUIRÁ Patrona de Colombia



9 de julio 
NTRA. SRA. DE CHIQUINQUIRÁ 
Patrona de Colombia



"Reina de Colombia por siempre serás"

   Bendice a todos los peregrinos que visitan tu Santuario y a todos los devotos que te invocan; serena los corazones y líbralos del odio que disgrega y de la ambición que corrompe, bendice ¡oh! Madre Santísima a esta República que se consagra a Ti y has ver que nuestra Patria, Colombia, es una nación de orden, libertad y progreso

   Cuenta la tradición que entre los primeros conquistadores del Nuevo Reino de Granada, Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, era especialmente devoto de la Virgen del Rosario. Por este motivo edificó en el pueblo de Suta su dormitorio y pequeña capilla.

   Deseando poner en ella una imagen de la Madre de Dios, comisiona  a Fr. Andrés de Jadraque para que haga pintar en Tunja por Alonso de Narváez una imagen de Nuestra Señora del Rosario en una manta de algodón. Alonso de Narváez, en su paleta usó colores al temple, con pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la tierra y del zumo de hierbas y flores de la región.  Como el lienzo era casi cuadrado (44 pulgadas de alto por 49 de ancho), el artista balanceó y completó el espacio añadiendo, a los lados de la Virgen del Rosario, las imágenes de San Antonio de Padua y de San Andrés Apóstol por ser el primero patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.

SAN AGUSTÍN ZHAO RONG Mártir

9 de julio
SAN AGUSTÍN ZHAO RONG
Mártir
(1900)
a
   San Agustín Zhao Rong, Sacerdote diocesano chino que, siendo antes uno de los soldados que escoltaron a Mons. Dufresse desde Chengdu hasta Beijin, había quedado impresionado por la paciencia de éste y había pedido ser contado entre los neófitos: una vez bautizado, se le mandó al Seminario y después se ordenó sacerdote. Arrestado, sufrió crueles suplicios y después murió en 1815.

SAN ZENÓN, Mártir

9 de julio
SAN ZENÓN,
Mártir
Muchos son los llamados, mas pocos los elegidos.
(Mateo, 20,16).


   Si la conversión de un pecador es para los ángeles motivo de alegría, qué júbilo no habrán experimentado viendo a Zenón en el cielo, acompañado de esa multitud inmensa de cristianos que con él sufrieron el martirio. Esos soldados de Jesucristo animábanse unos a otros a sufrir generosamente por la causa de su Dios; hubiérase dicho que marchaban a un triunfo y no a un combate. Ninguno temía los tormentos; todos pedían a Dios constancia, para sí mismos y sus compañeros.

MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA
DE CONDUCIRNOS CON NUESTRAS RELACIONES
 
   I. Nos asemejamos a quienes frecuentamos; hacemos lo que vemos hacer, sin preocuparnos de si tal es la voluntad de Dios. Concluye de ahí que tu salvación depende, en gran parte, de aquellos con quienes vives. Si tienes ante los ojos ejemplos de virtud, practicarás la virtud; si tienes malos ejemplos, obrarás el mal. Oh Dios mío, decía San Bernardo, cuán agradecido estoy de que me hayáis separado del mundo. Este claustro, esta celda, esta casa, hermanos míos, todo lo que veo me lleva a la devoción. ¡Oh siglo perverso, donde se tiene vergüenza de no ser perverso con los perversos! (San Agustín).
   II. Considera las virtudes de aquellos a quienes frecuentas y, a ejemplo de Zenón, imita lo que haya de más perfecto en cada uno de ellos. Admiras la modestia en uno, la humildad en otro, la caridad, la mortificación: haz como la abeja, que elige lo mejor que hay en cada flor para elaborar su miel. ¿No haces lo contrario? ¿No imitas el mal que ves que los demás cometen?
   III. No hay reunión de hombres, por santa y perfecta que sea, que no contenga algo imperfecto. No hagas lo que censurarías en otro; y cuando notes alguna imperfección en alguno de tus hermanos, mira si no tienes los mismos defectos. En una palabra, no mires las faltas de los demás, sino piensa más bien en corregirte tú mismo. Ignóranse los propios defectos mientras se consideran los ajenos. (San Bernardo).

La huida de las malas compañías
Orad por los que están
 en peligro de ofender a Dios

ORACIÓN
   Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que la intercesión del bienaventurado Zenón, vuestro mártir, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos fortifique en el amor de Vuestro augusto Nombre. Por J. C. N. S. Amén.

MARTES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Siembran vientos y cosechan tempestades
Lectura del Profeta Oseas 8, 4-7. 11-13
Así dice el Señor: Se nombraron un rey en Israel sin contar conmigo, se nombraron príncipes sin pedirme consejo.
Con su plata y su oro se hacían ídolos para hundirse.
Tu toro, Samaría, es abominable, contra ellos arde mi cólera.
¿Hasta cuándo no podréis ser limpios, hijos de Israel? Un escultor lo hizo, y no es Dios.
Se romperá en pedazos el toro de Samaría.
Siembran vientos y cosechan tempestades.
No brotan tallos; las espigas no tienen harina, y, si la diesen, la comerían extraños.
Efraín multiplicó sus altares para pecar, para pecar le sirvieron sus altares.
Cuando les escribía mi doctrina, la consideraban extraña.
Que sacrifiquen sus víctimas y se coman la carne, que al Señor no le agradan.
Recordará sus iniquidades, castigará sus pecados, volverán a Egipto.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 113B 3-4. 5-6. 7-8. 9-10
V/. Israel confía en el Señor.
R/. Israel confía en el Señor.

V/. Nuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas. R/.

V/. Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven.
tienen orejas y no oyen, tienen nariz y no huelen. R/.

V/. Tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan.
Que sean igual los que los hacen, cuantos confían en ellos. R/.

V/. Israel confía en el Señor: él es su auxilio y su escudo; la casa de Aarón confía en el Señor: él es su auxilio y su escudo. R/.


EVANGELIO
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 32-38

En aquel tiempo, llevaron a Jesús un endemoniado mudo.
Echó al demonio, y el mudo habló.
La gente decía admirada: Nunca se ha visto en Israel cosa igual.
En cambio, los fariseos decían: Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios.
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias.
Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.
 


Palabra del Señor.