sábado, 21 de diciembre de 2024

DOMINGO IV DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA
De ti saldrá el jefe de Israel

Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a

Así dice el Señor:
«Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel.
Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial.
Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.
En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios.
Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.
Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. R.
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.

SEGUNDA LECTURA
Aquí estoy para hacer tu voluntad

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 5-10

Hermanos:
Cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."»
Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.»
Niega lo primero, para afirmar lo segundo.
Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Palabra de Dios.

Aleluya Lc 1, 38
Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra.

EVANGELIO
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
—«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
Palabra del Señor.

NOVENA AL NIÑO JESÚS. ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS







Oración para todos los días:

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él, os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

(Se reza tres veces el Gloria al Padre)

Oración a la Santísima Virgen (Para todos los días)

Soberana María, que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad merecisteis que todo un Dios os escogiese para Madre suya; os suplico que Vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.

(Se reza tres veces el Avemaría )


 
Oración a San José (Para todos los días)

¡Oh Santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abraséis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente mientras en su divina Esencia lo veo y le gozo en el cielo. Amén.

(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Aspiraciones (Para todos los días)

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un Niño débil muestre fuerte brazo!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto

¡Oh raíz sagrada de Jesé, que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado lirio de los valles, bella flor del campo!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto

¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano de la cárcel triste que labró el pecado!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Oh lumbre de oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! ¡Niño tan precioso, dicha del cristiano luzca la sonrisa de tus dulces labios!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado, y en forma de niño da al mísero amparo!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Rey de las naciones Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado, luce hermosa estrella, brota flor del campo!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Ven que ya María previene sus brazos, do su Niño vean en tiempo cercano!

¡Ven que ya José con anhelo sacro se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto

¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Vé ante mis ojos de Ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra te tiendo los brazos, y aún más que mis frases te dice mi llanto!

Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.

¡Ven salvador nuestro por quien suspiramos!

¡Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!


Oración al Niño Jesús (Para todos los días)

Acordaos, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijísteis a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Vos, oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concedednos, por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto (Se hacen peticiones en silencio).
Nos entregamos a Vos, oh Niño omnipotente, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén

Propósito de la Novena al Niño Jesús
Siguiendo la tradición Cristiana, Católica de nuestros padres, el tiempo de Navidad es un tiempo de esperanza, de amistad, de reconciliación, de paz y de renovación de nuestra fe.

El nacimiento del Niño Jesús abre el Nuevo Testamento de la Palabra de Dios hecha hombre. Esta dulce historia nos toca el corazón cada año, y es una gran oportunidad para iniciar a los niños en el Cristianismo.

Que no nos falte el pesebre, los villancicos, los adornos navideños y el recogimiento familiar mientras recordamos las hermosas escenas de la Navidad, y que abunde la alegría en nuestros hogares en este tiempo tan hermoso cada año.

Y que el Niño Dios nos llene de fervor y de paz, que nos conceda las peticiones que hacemos en esta novena. Amén





SAN PEDRO CANISIO, Confesor y Doctor

21 de diciembre
SAN PEDRO CANISIO,
Confesor y Doctor

Su contribución a liberar parte de la Europa  germánica del yugo de la mentira religiosa  y filosófica y de la tiranía política que le es intrínseca
 es ejemplo de la fuerza que puede tener el 
trabajo intelectual al servicio la Verdad


   Pedro Kanijs, cuyo nombre al latinizarse se convirtió en Canisio nació en Nimega, Holanda (provincia de Güeldres, en los Países Bajos), el 8 de mayo de 1521. Su padre fue el maestre Jacobo, alcalde de esta opulenta ciudad bañada por el Rin y el Waal. 

  A San Pedro Canisio se lo considera  el segundo evangelizador de Alemania y el valeroso apóstol de Suiza, sus dos patrias de adopción. Es venerado como uno de los creadores de la prensa católica y fue el primero del numeroso ejército de escritores jesuitas.

   Conocido por el sobrenombre de "martillo de los herejes", Pedro el jesuita defiende las posiciones romanas ortodoxas. Sin este centinela, tan enérgico como conciliador, la expansión luterana se habría convertido en una catástrofe para la Iglesia. Oponiéndose a las posiciones del reformador de Eisleben, el "gentleman de la Compañía" suscita y lleva adelante una reforma católica en profundidad, por medio de una densa actividad: enseñanza, controversia, predicación, catequesis. Veámoslo a través de los diversos frentes en los que trabaja.

   A ejemplo de San Agustín -en el año 397-, Pedro escribe -en 1570- sus memorias. Siguiendo este texto latino revisado y anotado por el P. Braunsberger, presentaremos algunos detalles. Desde que tenía diez años, el niño, rodeado por sus amigos atentos y en actitud de recogimiento, "juega a decir misa". Poco después, meditando en la iglesia de San Esteban, ora con esta súplica : "¡Señor Dios: instruidme, guiadme!". En esta misma época, agitado por los escándalos que le rodean, Pedro Kanijis lleva un cilicio (faja de cuerdas ceñidas al cuerpo) para preservarse del mal mediante una activa penitencia.

21 diciembre SÁBADO DE LA TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA
Llega mi amado, saltando sobre los montes
Lectura del libro del Cantar de los cantares 2, 8-14
¡Oíd, que llega mi amado, saltando sobre los montes, brincando por los collados!
Es mi amado como un gamo, es mi amado un cervatillo.
Mirad: se ha parado detrás de la tapia, atisba por las ventanas, mira por las celosías.
Habla mi amado y me dice: «¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí!!
Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido,
brotan flores en la vega, llega el tiempo de la poda,
el arrullo de la tórtola se deja oír en los campos;
apuntan los frutos en la higuera, la viña en flor difunde perfume.
Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí!!
Paloma mía, que anidas en los huecos de la peña,
en las grietas del barranco, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz,
porque es muy dulce tu voz, y es hermosa tu figura.»
Palabra de Dios.

O bien:
El Señor será el rey de Israel, en medio de ti
Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18a
Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.
El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás.
Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos.El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.»
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 32, 2-3. 11-12. 20-21 (R/.: 1a y 3a)
R/. Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.

Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones. R/.

El plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. R/.

Nosotros aguardamos al Señor: el es nuestro auxilio y escudo; con el se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. R/.


Aleluya
Emmanuel, rey y legislador nuestro, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.

EVANGELIO
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
 +Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45
Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
—«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
Palabra del Señor.