viernes, 8 de noviembre de 2024

CUATRO SANTOS CORONADOS, Mártires


8 de noviembre
CUATRO SANTOS CORONADOS,
Mártires

Que tu limosna quede oculta,
y tu Padre, que ve lo oculto,

 te recompensará.
(Mateo, 6,4)


   Cuatro hermanos que en Roma ocupaban puestos de distinción y se llamaban Severo, Severino, Carpóforo y Victorino, fueron aprehendidos bajo Diocleciano por haberse declarado en contra del culto de los ídolos. Fueron azotados con látigos de plomo hasta que expiraron bajo los golpes. Sus restos, recogidos por los cristianos, fueron enterrados en el cementerio de la vía Lavicana, al lado de otros cinco mártires, de profesión  escultores, que se habían negado a hacer estatuas de falsos dioses. Las reliquias de todos estos mártires fueron más tarde llevadas a Roma a la iglesia que lleva hoy el nombre de iglesia de los Cuatro Coronados.
 
  MEDITACIÓN
SOBRE EL RESPETO HUMANO

   I. Ejecuta todos tus actos para agradar a Dios, y ten cuidado de que la vanidad no te arrebate todo el mérito de tus buenas obras. Si trabajas para brillar ante los ojos de los hombres o para agradarlos, no esperes de Dios ninguna recompensa. Es por mí, oh mi divino Salvador, por quien vinisteis a este mundo, trabajasteis durante vuestra vida y moristeis en una cruz; por Vos también quiero yo morir.
 
   II. No te tomes el trabajo de contentar al mundo, es intentar lo imposible. Cada persona tiene su opinión: ¿cómo conciliar sentimientos tan diversos? Que los juicios y las burlas de los hombres jamás te detengan en el cumplimiento de tus deberes. No puedes resistir una palabra de burla, ¿cómo harás para resistir los halagos, las amenazas y los suplicios de los tiranos?
 
   III. Guárdate, con tus burlas, de desviar a los demás del servicio de Dios. Es hacer oficio de demonio; es privar a Dios de grandísima gloria, y a la creatura de una gracia que le habría sido dada como recompensa de su buena acción. Y si alguien quiere impedirte servir a Dios, míralo como a un emisario del demonio, búrlate de él; haz el bien y deja a los hombres que digan lo que quieran. No te inquietes por sus vanos discursos: la Santísima Trinidad misma no ha podido escapar a la crítica de los insensatos; tampoco tú escaparás. (San Gregorio Nacianceno).
La pureza de intención
Orad por los impíos.

ORACIÓN

   Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que honrando la constancia de vuestros gloriosos mártires en confesar vuestro Nombre, experimentemos los efectos de su caritativa intercesión ante Vos. Por J. C. N. S. Amén.

VIERNES DE LA TRIGÉSIMA PRIMERA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Aguardamos un Salvador; él transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3, 17-4, 1
Hermanos: Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí.
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas.
Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros por el contrario somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
El transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 121, 1-2. 4-5
V/. Llenos de alegría vamos a la casa del Señor.
R/. Llenos de alegría vamos a la casa del Señor.
V/. Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».
Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor.
En ella están los tribunales de justicia en el palacio de David. R/.

EVANGELIO
Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.
El administrador se puso a echar sus cálculos: ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo ? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo, y dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo? Este respondió: Cien barriles de aceite.
El le dijo: Aquí está tu recibo: aprisa, siéntate y escribe «cincuenta».
Luego dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? ; El contestó: Cien fanegas de trigo.
Le dijo: Aquí está tu recibo: Escribe «ochenta».
Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.
Palabra del Señor.