sábado, 12 de agosto de 2023

DECIMONOVENO DOMINGO


PRIMERA LECTURA
Aguarda al Señor en el monte
Lectura del Libro primero de los Reyes 19, 9a. 11-13a
En aquellos días, al llegar Elías al monte de Dios, al Horeb, se refugió en una gruta. El Señor le dijo:
—Sal y aguarda al Señor en el monte, que el Señor va a pasar.
Pasó antes del Señor un viento huracanado, que agrietaba los montes y rompía los peñascos: en el viento no estaba el Señor. Vino después un terremoto, y en el terremoto no estaba el Señor. Después vino un fuego, y en el fuego no estaba el Señor. Después se escuchó un susurro.
Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la gruta.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
V/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor. Dios anuncia la paz.
La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
 
SEGUNDA LECTURA
Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 9, 1-5

Hermanos:
Como cristiano que soy, voy a ser sincero; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza y sangre, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo.
Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según lo humano, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios

EVANGELIO
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua

 +Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 22-33

Después que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla mientras él despedía a la gente.
Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
—¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!
Pedro le contestó:
—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. El le dijo:
—Ven.
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
—Señor, sálvame.
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
—¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él diciendo:
—Realmente eres Hijo de Dios.
Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA DECIMOCTAVA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón
Lectura del libro del Deuteronomio 6, 4-13
Habló Moisés al pueblo y dijo: 
—Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno.
Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado; las atarás a tu muñeca como un signo, serán en tu frente una señal; las escribirás en las jambas de tu casa y en tus portales.
Cuando el Señor tu Dios te introduzca en la tierra que juró a tus padres -a Abrahán, Isaac y Jacob- que te había de dar, con ciudades grandes y ricas que tú no has construido, casas rebosantes de riquezas que tú no has llenado, pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado, comerás hasta hartarte.
Pero cuidado: No olvides al Señor que te sacó de Egipto, de la esclavitud.
Al Señor tu Dios temerás, a él sólo servirás, sólo en su nombre jurarás.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 17, 28-3a. 3bc-4. 47 y 51ab
V/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
V/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
V/. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. R/.
V/. Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador; tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
 
EVANGELIO
Si tuvierais fe, nada os sería imposible

+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 14-19

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: Señor, ten compasión de mi hijo que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae en el fuego o en el agua.
Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo.
Jesús contestó: ¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.
Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros? Les contestó: Por vuestra poca fe.
Os aseguro que, si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría.
Nada os sería imposible.

Palabra del Señor.