viernes, 26 de octubre de 2012
VIERNES DE LA VIGÉSIMA NOVENA SEMANA
PRIMERA LECTURA
Un solo cuerpo, un Señor,
una fe, un bautismo
Lectura de la carta del Apóstol San
Pablo a los Efesios 4, 1-6
Hermanos:
Yo, el
prisionero por Cristo, os ruego que andéis
como pide la
vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre
humildes y amables, sed comprensivos;
sobrellevaos
mutuamente con amor;
esforzaos en
mantener la unidad del Espíritu,
con el
vínculo de la paz.
Un solo
cuerpo y un solo Espíritu,
como una
sola es la meta de la esperanza
en la
vocación a la que habéis sido convocados.
Un Señor,
una fe, un bautismo.
Un Dios,
Padre de todo,
que lo
trasciende todo,
y lo penetra
todo,
y lo invade
todo.
Palabra de
Dios.
Salmo responsorial Sal 23,
1-2. 3-4ab. 5-6
R.
Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
Del Señor es
la tierra y cuanto la llena,
el orbe y
todos sus habitantes:
él la fundó
sobre los mares,
él la
afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede
subir al monte del Señor?
¿Quién puede
estar en el recinto sacro?
El hombre de
manos inocentes
y puro
corazón,
que no
confía en los ídolos. R.
Ese recibirá
la bendición del Señor,
le hará
justicia el Dios de salvación.
Este es el
grupo que busca al Señor,
que viene a
tu presencia, Dios de Jacob. R.
EVANGELIO
Si sabéis interpretar el
aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo
presente?
+ Lectura del santo Evangelio según
San Lucas 12, 54-59
En aquel
tiempo, decía Jesús a la gente:
–Cuando
veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y
así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace.
Hipócritas:
si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis
interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que
se debe hacer?
Cuando
te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a
un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez
y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel.
Te
digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.
Palabra
del Señor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)