sábado, 14 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTES
SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

PRIMERA LECTURA
Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso

Lectura del Libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9

En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra.
El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.
El Señor pasó ante él proclamando:
Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.
Moisés al momento se inclinó y se echó por tierra.
Y le dijo:
—Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Dan 3, 52. 53. 54. 55. 56

V/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres; a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre santo y glorioso; a él gloria y alabanza por los siglos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres en el templo de tu santa gloria.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres sobre el trono de tu reino.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
V/. Bendito eres en la bóveda del cielo.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.


SEGUNDA LECTURA
La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 13, 11-13

Hermanos :
Alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos; tened un
mismo sentir y vivir en paz.
Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo.
Os saludan todos los fieles.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con vosotros.
Palabra de Dios


Aleluya Apoc. 1, 8

Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Al Dios que es, que era y que vendrá.
Aleluya.


EVANGELIO
Dios mandó su Hijo al mundo, para que se salve por él

 +Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 16-18

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo:
—Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor.

SÁBADO DE LA DÉCIMA SEMANA

PRIMERA LECTURA
Eliseo se levantó y marchó tras Elías
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 19-21
En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, y él llevaba la última.
Elías pasó a su lado y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías contestó: Ve y vuelve, ¿quién te lo impide? Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente.
Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.

Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10.
V/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
R/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. R/.
V/. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.
V/. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

 EVANGELIO
Yo os digo que no juréis en absoluto

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo, Jesús a sus discípulos: Sabéis que se mandó a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey.
Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo.
A vosotros os basta decir sí o no.
Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor