29 de noviembre
SAN SATURNINO,
Mártir
SAN SATURNINO,
Mártir
Los hijos de este siglo son más sagaces,
en sus negocios, que los hijos de la luz.
(Lucas, 16, 8).
en sus negocios, que los hijos de la luz.
(Lucas, 16, 8).
San Saturnino fue detenido y arrojado en
una prisión durante la persecución de Diocleciano. Después de haber sufrido
mucho en su mazmorra, fue sacado de ella para ser extendido en el potro; pero
como las torturas ordinarias no podían doblegarlo a sacrificar a los dioses, le
machacaron el cuerpo a bastonazos y le quemaron los costados con antorchas
ardientes. Por fin fue decapitado junto con el diácono Sisino, y sus cuerpos
fueron enterrados a dos millas de Roma, en la vía Salariana, el año 309.
I. La verdadera prudencia del cristiano
consiste en regular la vida según las máximas del Evangelio; hay que mirar las
cosas de este mundo con los ojos de la fe. El hombre político, el médico, el
orador siguen las reglas de su respectivo arte: ¡Sólo el cristiano quiere hacer
profesión de cristianismo sin observar sus preceptos! Se declara discípulo del
Evangelio no obstante vivir una vida contraria al Evangelio. Leen el Evangelio y se entregan a la
impureza; se dicen discípulos de una ley santa y llevan una vida criminal. (Salviano).
II. ¿De qué proviene que no obremos según
las máximas del Cielo? Es que no meditamos lo suficiente. ¿Podríamos acaso amar
las riquezas y los placeres, si pensásemos seriamente en la muerte que está
próxima, en el juicio que le sigue, en la eternidad de dicha o de infelicidad
que será nuestra herencia?
III. Sería menester meditar cada día una
verdad del Evangelio y elegir una de ellas en particular con la que
entretuviésemos nuestra alma, que fuera como nuestro lema y nuestro grito de
guerra en nuestra lucha contra el demonio. Los santos tuvieron su divisa
particular, San Francisco: Mi Dios y mi todo; Santa Teresa: O padecer o morir; San Ignacio de Loyola: A la mayor gloria de Dios; el cardenal de Bérulle: Nada mortal para un corazón inmortal. Siguiendo el ejemplo de estos
grandes hombres, elige en la Escritura o en los Padres una palabra y no la
pierdas de vista. ¿De qué sirve al hombre ganar todo el universo, si
llega a perder su alma?
El deseo de la sabiduría
Orad por los prisioneros.
Orad por los prisioneros.
ORACIÓN
Oh Dios, que nos concedéis la
alegría de celebrar el nacimiento al cielo del bienaventurado Saturnino,
vuestro mártir, concedednos la gracia de ser asistidos por sus méritos. Por J.
C. N. S. Amén.