viernes, 29 de noviembre de 2024

SAN SATURNINO, Mártir


29 de noviembre
SAN SATURNINO,
Mártir


Los hijos de este siglo son más sagaces,
en sus negocios, que los hijos de la luz.
(Lucas, 16, 8).

   San Saturnino fue detenido y arrojado en una prisión durante la persecución de Diocleciano. Después de haber sufrido mucho en su mazmorra, fue sacado de ella para ser extendido en el potro; pero como las torturas ordinarias no podían doblegarlo a sacrificar a los dioses, le machacaron el cuerpo a bastonazos y le quemaron los costados con antorchas ardientes. Por fin fue decapitado junto con el diácono Sisino, y sus cuerpos fueron enterrados a dos millas de Roma, en la vía Salariana, el año 309.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VERDADERA
PRUDENCIA DEL CRISTIANO

   I. La verdadera prudencia del cristiano consiste en regular la vida según las máximas del Evangelio; hay que mirar las cosas de este mundo con los ojos de la fe. El hombre político, el médico, el orador siguen las reglas de su respectivo arte: ¡Sólo el cristiano quiere hacer profesión de cristianismo sin observar sus preceptos! Se declara discípulo del Evangelio no obstante vivir una vida contraria al Evangelio. Leen el Evangelio y se entregan a la impureza; se dicen discípulos de una ley santa y llevan una vida criminal. (Salviano).
   II. ¿De qué proviene que no obremos según las máximas del Cielo? Es que no meditamos lo suficiente. ¿Podríamos acaso amar las riquezas y los placeres, si pensásemos seriamente en la muerte que está próxima, en el juicio que le sigue, en la eternidad de dicha o de infelicidad que será nuestra herencia?
   III. Sería menester meditar cada día una verdad del Evangelio y elegir una de ellas en particular con la que entretuviésemos nuestra alma, que fuera como nuestro lema y nuestro grito de guerra en nuestra lucha contra el demonio. Los santos tuvieron su divisa particular, San Francisco: Mi Dios y mi todo; Santa Teresa: O padecer o morir; San Ignacio de Loyola: A la mayor gloria de Dios; el cardenal de Bérulle: Nada mortal para un corazón inmortal. Siguiendo el ejemplo de estos grandes hombres, elige en la Escritura o en los Padres una palabra y no la pierdas de vista. ¿De qué sirve al hombre ganar todo el universo, si llega a perder su alma?

El deseo de la sabiduría 
Orad por los prisioneros.


ORACIÓN
   Oh Dios, que nos concedéis la alegría de celebrar el nacimiento al cielo del bienaventurado Saturnino, vuestro mártir, concedednos la gracia de ser asistidos por sus méritos. Por J. C. N. S. Amén.

SAN SATURNINO, Obispo de Tolosa. Mártir

29 de noviembre

SAN SATURNINO,
Obispo de Tolosa
Mártir
(¿Siglo III?)

   
    Saturnino, obispo de Tolosa, es uno de los santos más populares en Francia y en España. La Passio Saturnini es ante todo un documento muy importante para el conocimiento de la antigua Iglesia de la Galia. Según el autor de la Pasión, escrita entre el 430 y el 450, Saturnino fijó su residencia en Tolosa en el 250, bajo el consulado de Decio y Grato. En ese tiempo, refiere el autor, en Galia había pocas comunidades cristianas, con escaso número de fieles, mientras los templos paganos se llenaban de fieles que sacrificaban a los ídolos.


   Saturnino, que había llegado desde hacía poco a Tolosa, probablemente de Africa (el nombre es efectivamente africano) o de Oriente, como se lee en el Missale Gothicum, había ya reunido los primeros frutos de su predicación, atrayendo a la fe en Cristo a un buen número de ciudadanos. El santo obispo, para llegar a un pequeño oratorio de su propiedad, pasaba todas las mañanas frente al Capitolio, es decir, el principal templo pagano, dedicado a Júpiter Capitolino, en donde los sacerdotes paganos ofrecían en sacrificio al dios pagano un toro para obtener las gracias que pedían los fieles.


   Parece que la presencia de Saturnino volvía mudos a los dioses y de esto los sacerdotes paganos acusaron al obispo cristiano, cuya irreverencia habría irritado la susceptibilidad de las divinidades paganas. Un día la multitud rodeó amenazadora a Saturnino y le impuso que sacrificara un toro sobre el altar de Júpiter. Ante el rechazo del obispo de sacrificar el animal, que poco después se convertiría en el instrumento inconsciente de su martirio, y sobre todo por lo que consideraban los paganos un ultraje a la divinidad, pues Saturnino dijo que no les tenía miedo a los rayos de Júpiter, ya que era impotente porque no existía, lo agarraron enfurecidos y lo ataron al cuello del toro, al que picaron para que corriera escaleras abajo del Capitolio arrastrando al obispo.


   Saturnino, con el cuerpo despedazado, murió poco después y su cuerpo quedó abandonado en la calle, de donde lo recogieron dos piadosas mujeres y le dieron sepultura «en una fosa muy profunda». Sobre esta tumba, un siglo después, San Hilario construyó una capilla de madera que pronto fue destruida y se perdió por algún tiempo su recuerdo, hasta cuando en el siglo VI el duque Leunebaldo, volviendo a encontrar las reliquias del mártir, hizo edificar en ese lugar la iglesia dedicada a San Saturnino, en francés Saint-Sernin-du-Taur, que en el Trescientos tomó el actual nombre de Notre-Dame du Taur.

VIERNES DE LA TRIGÉSIMA CUARTA SEMANA


PRIMERA LECTURA
Los muertos fueron juzgados según sus obras. Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo
Lectura del libro del Apocalipsis 20, 1-4. 11─21, 2
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena grande en la mano.
Agarró al dragón, que es la antigua serpiente, el diablo o satanás, y lo encadenó para mil años; lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años.
Después tiene que estar suelto por un poco de tiempo.
Vi también unos tronos y en ellos se sentaron los encargados de juzgar; vi también las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su señal en la frente ni en la mano.
Estos volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años.
Luego vi un trono blanco y grande, y al que estaba sentado en él.
A su presencia desaparecieron cielo y tierra, porque no hay sitio para ellos.
Vi a los muertos, pequeños y grandes, de pie ante el trono.
Se abrieron los libros y se abrió otro libro, el registro de los vivos.
Los muertos fueron juzgados según sus obras, escritas en los libros.
El mar entregó sus muertos, Muerte y Abismo entregaron sus muertos, y todos fueron juzgados según sus obras.
Después Muerte y Abismo fueron arrojados al lago de fuego ─el lago de fuego es la segunda muerte─. Los que no estaban escritos en el libro de los vivos fueron arrojados al lago de fuego.
Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
Palaabra de Dios.
 
Salmo responsorial Sal 83, 3. 4. 5-6a y 8a.
V/. Esta es la morada de Dios con los hombres.
R/. Esta es la morada de Dios con los hombres.
V/. Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. R/.
V/. Hasta el gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares, Señor de los Ejércitos, rey mío y Dios mío. R/.
V/. Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza: caminan de baluarte en baluarte. R/.

EVANGELIO
Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que esta cerca el Reino de Dios
+Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, puso Jesús una comparación a sus discípulos: Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca.
Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
Os aseguro que antes que pase esta generación, todo eso se cumplirá.
El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.
Palabra del Señor.